No podemos decir primero que eso no es humano y un minuto después venderlo como órganos humanos. ¿Por qué, de repente, ya es humano? ¡Siempre fue un ser humano! ¡Nunca hubo un momento en que no fuera un bebé!.
La reciente entrada en vigor de la Ley de Seguridad Nacional pretende dar cumplimiento efectivo al mandato constitucional que proclama "la “libertad y la seguridad” como derechos fundamentales de la persona. Así lo dice Mariano Rajoy en su artículo “Seguridad para proteger la libertad” del pasado 30 de septiembre. Proteger la libertad excepto para nacer, porque el derecho a nacer, sobre el que se sustentan todos los demás derechos fue conculcado por la Ley de Zapatero Ley 2/2010 y proclamado fraudulentamente el aborto como Derecho, junto la introducción de la Ideología de Género en la educación y en la enseñanza. Una ley que Zapatero se sacó de la “chistera” con una escueta mayoría parlamentaria y una férrea disciplina de voto y Rajoy ha validado, también con disciplina de voto, pese a tener una mayoría sobrada para abolirla, y pese a haberse ratificado en votación secreta la Ley de Protección del Concebido de Alberto Ruiz Gallardón.
El reciente discurso del Senador republicano James Lankfor debería
hacer reflexionar seriamente a Rajoy sobre la herencia que nos deja.
Lankfor comenta como un grupo de activistas se reunió frente a un Centro de
investigación en el que se utilizaban animales de experimentación gritando
mensajes que decían “No es ciencia, es
Violencia”, “Los animales tienen derecho a vivir, nuestra lucha comienza” y en la misma semana se supo que Planned Parenthood envía cuerpos de niños
abortados a “Centros de Investigación”, vendiendo diferentes partes para ser
utilizados en investigación. “No son
ratones, no son ratas de laboratorio… ¡son niños!… niños que han pasado el
horroroso proceso del Aborto.”, afirma Lankfor. “Esta mañana en una discusión para destinar fondos, el
presidente y yo oímos una larga e interminable charla sobre los derechos de las
ballenas orcas, y todos nos sentimos muy concienciados con los derechos de
estas ballenas y su importancia. Después escuchamos otra interminable charla
sobre el asesinato de caballos, que decía que nuestros caballos debían ser
“humanamente” sacrificados… Pero mientras
tanto, en el día de hoy, hay niños que están siendo abortados, con un
instrumento que entra en la madre y desmembra al niño, protegiendo
cuidadosamente ciertos órganos, porque esos órganos dejan mucha ganancia al
venderlo”.
Para Lankfor el desafío al que se
enfrenta EEUU como nación es, que “el argumento para matar un bebé consiste en afirmar que
“realmente” no es un bebé, sino “un feto”, un “tejido”. Es lo que siempre nos dicen, que solamente son tejidos
y que la madre puede decidir qué hacer con ese tejido. Y después en cuestión de segundos cogen ese tejido y lo venden porque
son órganos humanos que necesitan para investigación. No podemos decir primero que eso no es humano y un minuto después
venderlo como órganos humanos. ¿Por qué, de repente, ya es humano? ¡Siempre
fue un ser humano! ¡Nunca hubo un momento en que no fuera un bebé!. Y se produce la ironía de tratar humanamente a
los animales, como en el asesinato de caballos, e inhumanamente pasar por alto, NIÑOS que
son despedazados, en el vientre de sus madres,
y sus restos vendidos.”
El video sobre Planned Parenthood, decía que eso era “reconfortante para algunas mamás, que distraería lo
traumático del aborto, porque será para un bien mayor, porque esos restos serían utilizados para
investigación con el fin de salvar a otros niños. Lleva a la ironía de
argumentar que se desmembra a un niño en un aborto, con la idea de que ojalá se
pueda ayudar a otro niño en un futuro… pasando por alto que ¡ese niño que debes ayudar, es ese que vas
a abortar! Y lo puedes ayudar protegiendo su vida”.
Lankfor comenta como la doctora, en ese video, “da detalles
de cómo, una vez consiguen el consentimiento de las mamás en el proceso,
cuidadosamente entran en el vientre y aplastan la cabeza del bebé, para matarlo
y entonces hacerse con el esto de órganos, porque los riñones valen dinero, el
hígado vale dinero, los pulmones valen dinero, los músculos de sus piernas
valen dinero. Déjame decirte, ¡ESE NIÑO VALE MÁS! Y cada persona que me escucha
estuvo en el vientre de su madre de 20 semanas, y podemos mirarnos unos a otros
y entender que la única diferencia entre ese bebé en el vientre y cualquiera de
nosotros ahora, es tiempo. Pero la pregunta que necesitamos hacernos es, que mientras este congreso invierte tiempo
hoy en debates acerca del asesinato de caballos y ballenas orcas, nos
presentamos indolentes cuando se trata de niños no nacidos. Es el único
debate que nadie ha mencionado. Necesitamos empezar de nuevo como Nación,
haciéndonos una pregunta básica, si es un niño, y en nuestra declaración de
independencia decimos que “Creemos que cada persona recibe de nuestro Creador,
la vida, la libertad y la posibilidad de alcanzar la felicidad”, tal vez debamos preguntarnos como nación,
nuevamente, ¿si realmente lo creemos?”
Palabras fuertes las de Lankfor
que dejan en cuarentena toda la legislatura de Rajoy. El día 26 de octubre se disuelven las Cortes y la clave de la mejor
opción para revalidar mayorías en las próximas elecciones Generales,
todavía es posible y se contiene en el siguiente texto de la película
Lincoln de Spielberg: “Firme la proclamación de
emancipación hará unos dieciocho meses antes de mi segunda elección. Interpreté
que tenía potestad para hacerlo, sin embargo también pensé que era posible que
estuviera equivocado. El pueblo me lo haría saber. Tuvo un año y medio para
meditarlo y volvió a elegirme y el 1 de febrero que viene tengo intención de
firmar la decimotercera enmienda”.