sábado, 23 de abril de 2016

ANUNCIOS DE CONTACTOS EN LA PRENSA ESPAÑOLA



 


Siempre hay honrosas excepciones, pero la prensa española lleva más de 30 años financiándose con anuncios de contactos. La disociación entre el que paga y el que consume es una puerta abierta a la manipulación. Si el consumidor pagara el coste real del periódico, otro gallo cantaría.

La prensa investiga muchos casos de corrupción, presume de ello, y alcanza cotas de tirada, pero ¿acaso los anuncios de contactos no es una corrupción mucho más dañina que destroza los valores de la sociedad? Se habla de sancionar al consumidor de prostitución, y en algunos sitios ya se hace, pero nadie se atreve a poner el cascabel al gato y  prohibir los anuncios de contactos en la prensa.

En la  decisión acerca de comprar un periódico u otro debería primar más el hecho de que tenga o no anuncios de contactos, que el hecho de que sea un periódico de izquierdas o de derechas. Que haya o no este tipo de anuncios tiene mucho que ver con que luego se respete la verdad en las noticias de sus páginas y no se manipule la opinión pública. En estos momentos hay una disociación clara entre opinión pública y opinión publicada, por no decir que siempre la ha habido y ahora el ciudadano es consciente de ello.

Debía ser por el año 2004 cuando en mi casa,  hartos de arrancar y tirar a la basura este tipo de páginas de La Vanguardia, decidimos dar un paso más y enviárselas al Director del periódico. Nos organizamos con sobres y sellos, y durante dos años, el señor Director de La Vanguardia estuvo recibiendo en un sobre, sin remite y sin carta, las hojas que no considerábamos apropiado que estuvieran en el revistero. Como era de esperar no conseguimos nada ni esperábamos conseguirlo, y cuando nos cansamos, cambiamos de periódico. Posteriormente y ya en Cantabria, he de decir que la Edición de El Mundo en Cantabria no ha tenido este tipo de anuncios, hecho que honra a su director. El respeto a la libertad de expresión de este medio ha sido exquisito y gracias a eso se han publicado muchos artículos a favor de la vida. Artículos imposibles de publicar en otros medios, porque pretender que un medio que se financia con anuncios de contactos publique artículos a favor de la vida y en contra del aborto es pedirle peras al olmo.

Rafael Ruiz
 
 

lunes, 18 de abril de 2016

¿CUÁNDO EMPIEZA LA VIDA HUMANA?



 
¿Cuándo empieza la Vida? Recuerdo que en el año 1980 escribí una carta a La Vanguardia con este título y conseguí que me la publicaran. Todavía la guardo en una caja en el pueblo. No ha cambiado mucho la argumentación, aunque ahora hay un elemento determinante del que entonces no disponía.

Desde que el óvulo es fecundado, no hay ningún cambio cualitativo hasta que el niño nace o hasta que va al colegio. Todos los cambios son cuantitativos. Parece lógico que el alma se una al cuerpo cuando se produce un cambio cualitativo y no cuando se producen cambios cuantitativos, como el desarrollo de los pulmones, el corazón, etc. Y por el principio de prudencia, que se aplica en todas las profesiones, y como todos hemos sido embriones y óvulos fecundados –sin embargo no hemos sido espermatozoides, ni óvulos a secas- no podemos eliminar ninguna vida humana incipiente, sino que ante las dificultades de la vida, el estado, la sociedad, ha de facilitar otras alternativas.

El elemento del que antes no disponía es el ADN. En la opinión pública se ha extendido mucho más el conocimiento del ADN. El ADN del óvulo fecundado es distinto del ADN del padre y de la madre y por tanto, como mínimo, estamos ante un cuerpo distinto al de la madre. Y en este contexto, repito, la prudencia se impone. Máxime cuando la policía utiliza el ADN como elemento identificativo para distinguir una persona de otra, en sus investigaciones.

Llegados a este punto no hace falta plantearse cuando tiene alma el feto. El alma es de naturaleza espiritual e inmortal y ya fue definida así por Aristóteles. Es un concepto filosófico. Todas las civilizaciones han venerado a sus antepasados y por tanto han aceptado que el alma es espiritual e inmortal.

El comentario de Aído de que un “feto es un ser vivo pero no humano” es un comentario que se hunde cuando decimos que ese feto vivo tiene un ADN distinto al de su madre. Cabría preguntarse si usted que me lee y yo, somos seres humanos o no, porque al igual que el feto, tenemos un ADN distinto del de nuestra madre. Es verdad que vivimos fuera del cuerpo de nuestra madre, somos independientes, conscientes, tenemos memoria,…etc. Pero si aplicamos estos criterios para diferenciar un caso de otro, el aborto estaría permitido hasta el uso de razón y un sujeto que duerme podría no ser un ser humano y susceptible de ser “abortado”. Pero, aunque ricemos el rizo todo lo que queramos, la prudencia se impone.

Me hacen un comentario inteligente “el feto no tiene alma hasta el segundo o tercer mes, esa es mi creencia. Como es cuestión de fe vamos a respetarnos” Ante todo hay que decir que respeto a todo el mundo aunque –yo- pida leyes que impidan el aborto y que se den otras alternativas distintas. He publicado en el blog un artículo que se titula: “Una renta básica para abolir el aborto” y estoy convencido de que es una herramienta clave para abordar el problema de aborto junto con la derogación de la ley Aído.

¿Cuándo tiene alma el feto? Estamos en el campo de la filosofía y no de las creencias, y por lo que hemos dicho antes, la  razón y el sentido común muestran que el alma se une al cuerpo cuando hay un cambio cualitativo, es decir cuando el óvulo es fecundado. Y si no estamos de acuerdo en esto, volvemos al primer punto que dice: prudencia, porque todos hemos sido óvulos fecundados.

¿Qué dice el Catecismo de la Religión Católica? Pues que hay que respetar a toda vida humana desde el momento de la concepción hasta la muerte natural.

¿Y entonces qué pasa con las personas que han abortado? ¿y con los médicos abortistas? Pues que son las personas idóneas para acabar con la lacra del aborto. El doctor Bernard Nathanson responsable de 500.000 abortos, se convirtió y se hizo pro-vida. Hasta que murió fue un incansable defensor de la vida en EEUU. El 26 de octubre de 2013 conseguí que me publicaran un artículo en El Mundo Cantabria titulado “Un Lincoln para abolir el aborto. Su introducción fraudulenta” Básicamente es “un copia y pega” de los testimonios de Bernard Nathanson. Juan pablo II acogió a estas personas con gran cariño. Hay testimonios en la red conmovedores.

En concluaión, que cambiar esta sociedad es trabajo de todos, y ¡se puede cambiar!. Es cuestión de dar alternativas. Con Rajoy hemos podido llegar al Punto de Inflexión pero se echó atrás por extrañas razones. Esperemos que coja el toro por los cuernos, dé una patada a esas o "esos" extrañas razones y cambie el rumbo de este barco. Todo tiene arreglo es esta España nuestra, en esta vida nuestra, la corrupción, el aborto…etc. Esta es la gran aportación del Cristianismo, la capacidad de perdonar y ser perdonados, y dar un giro de 180 grados. En esta tarea hay sitio para todos. También para los que llevan pesadas cargas en sus espaldas, en su conciencia. Y las cargas se aligeran y se hacen llevaderas. Es cuestión de acudir a Dios y poner el GPS en la dirección correcta. Rafael Ruiz
 

domingo, 10 de abril de 2016

DISOLVER LA ASAMBLEA DE MADRID




El viernes 7 de abril, la Asamblea de Madrid  con el apoyo de PSOE, Podemos y C’s aprobó una Proposición No de Ley para que el Gobierno presente “con urgencia” un Proyecto de Ley de Memoria, con los únicos votos en contra del partido Popular.


El Pasado 17 de Marzo los partidos de la Oposición, PSOE, Podemos y C’s impusieron una Ley que dice buscar "la plena integración social de las personas transexuales" pero que en la práctica da varias vueltas de tuerca más en la introducción de la Ideología de Género en la Enseñanza y en la Sanidad.
Esta ley cambia el principio de que “la verdad nos hace libres” por el de que “la libertad nos hace verdaderos” y da un valor absoluto a la libertad y a la técnica pretendiendo que, una con el apoyo de la otra, sea la creadora de la propia persona. La ley habla del derecho a construir para sí una autodefinición con respecto a su cuerpo, sexo, género y su orientación sexual olvidando que cuando se cambian los valores, que son los que producen bien y felicidad, por contravalores, el resultado es frustración y sufrimiento. Esta ley no es una pieza aislada, forma parte de un puzle perfectamente organizado.
Es una ley que, lejos de dar solución a los problemas de los transexuales, los lanza en una loca huida hacia adelante y los mete en una espiral de frustración y sufrimiento; y para que nadie pare la rueda, se invierte la carga de la prueba, y se arrastra a los niños, que ya vienen afectados por la carencia de un referente, -normalmente el paterno- de los dos referentes que necesitan para saber lo que son y comportarse como tales.
Se inmiscuye en la enseñanza concediendo a los niños la capacidad legal de definir su orientación sexual más allá de la voluntad de los padres, y en el campo de la sanidad prevé la necesidad de que el personal sanitario deba ser preparado de modo específico para resolver los deseos de quienes soliciten intervención médica. Trastoca los derechos del niño, retuerce el concepto de naturaleza humana y deja a criterio del legislador la autoridad de los padres y su responsabilidad en la tutela de los hijos.
Con respecto a la misma, los obispos de Madrid han apelado a una emergencia cívica de los católicosMirar hacia otro lado o juzgar de manera indiferente el proyecto de ingeniería social que estamos sufriendo en el ámbito personal, familiar, social y político, sería pecar de omisión. A los católicos nos avala la experiencia de que, unida a los propios errores, la fe cristiana ha dado los mejores frutos de civilización y ha contribuido a crear los ámbitos apropiados para el desarrollo del conocimiento y para la creación de los mejores espacios de justicia y de libertad
En la misma jornada, tres diputados del PP -Luis Peral voto en contra, Regina Pañiol y David Pérez no votaron-, impidieron que saliera adelante una Ley de Vientres de Alquiler. Cristina Cifuentes impuso disciplina de voto y fueron los tres sancionados. Cristina Cifuentes que, todo hay que decirlo, forma parte de unas listas cerradas elaboradas con el dedo de Rajoy.
Lo que debe hacer el PP es disolver la Asamblea de Madrid y convocar elecciones Autonómicas. Es una burla que CIUDADANOS sostenga al PP de Cristina Cifuentes en el gobierno autonómico y “se venda” al resto de la oposición -con los que nunca se pondría de acuerdo ni en programa ni en sillones- para aprobar leyes inicuas.
Se podrían convocar para el 26 de Junio, buscando que coincidieran con las Nacionales que previsiblemente se producirán, porque en el Parlamento están encallados en una Torre de Babel, porque los valores unen pero los contravalores dividen. El Partido Popular tendrá la ventaja de que el ciudadano de Madrid ya conoce el percal de estos falsos profetas y de que el contenido “multicolor” de Ciudadanos de la Comunidad de Madrid empieza a estar visto para sentencia.
Rafael Ruiz.

 

TRANSMITIENDO VALORES EN TWITTER

 




Si estuviéramos bien organizados la última manifestación PRO-VIDA habría tenido más convocatoria.

Si cuando haces un retwitt te sientes identificado con el contenido, porque el contenido tiene valor, entonces tienes algo en común con los que también han retwitteado ese tuitt. Síguelos.

Muchos de ellos te seguirán a ti. Cuando llegues al tope de cinco mil que marca twitter para igualar, tendrás que dejar de seguir a los que no te siguen, y no podrás seguir a todos los que te siguen, porque algunos de los que sigues, nunca te seguirán (atención al juego de palabras): asociaciones grandes, partidos mayoritarios, sindicatos… Siempre hay un desfase entre los que sigues y los que te siguen. Tendrás que corregirlo y no podrás seguir a todos los que te siguen.

Dejar de seguir a alguien, que te sigue porque tú le seguiste primero para que te siguiera, no sólo es una descortesía sino que no es correcto. Es una especie de engaño. Indigna mucho en la red. Sobra decir que cuando hay razones concretas para bloquear a alguien, se le bloquea sin más

Cuando retwitteas valores, seguir a mucha gente tiene sus ventajas. Es como tener un hastag hecho a tu medida. Que te siga mucha gente también las tiene. Te permite transmitir valores.

Seguir a alguien es decisión tuya, que te sigan es decisión de otros. Nada te impide acudir a twiter con “Mentalidad de vendedor”. Puedes esperar que te vengan a comprar o puedes salir a vender.

Y no olvides que “la vida sigue a la Vida”

Rafael Ruiz

 

sábado, 9 de abril de 2016

LA MAGIA DE LAS SUBVENCIONES


 
 








El que paga manda. Es un dicho que se cumple siempre, o casi siempre. Y se observa cuando compramos algo, porque tenemos derecho a decidir cómo ha de ser aquello que compramos.

Las cosas cambian cuando la persona que recibe el bien o servicio es distinta del pagador. Aceptamos que “a caballo regalado no se le mira el diente” y asumimos, sin quejarnos, que no hayan acertado con nuestros gustos cuando nos hacen un regalo.

Esta disociación entre el que paga y el que consume es frecuente en nuestra forma de vida actual. Y es frecuente también, que la “bondad” y el “respeto” del que paga, no se mantenga como en el caso de un regalo.

Ocurre cuando compramos un diario, porque el importe que pagamos no cubre la totalidad del coste; y, en vez de subir precios, se acude a otras fuentes de financiación como subvenciones o anuncios de contactos. Los anuncios de contactos degradan la sociedad desde hace más de 30 años y las asociaciones feministas y los gobiernos han hecho poco o muy poco para evitarlo. La financiación mediante subvenciones otorga al subvencionador una posición de privilegio que le permite, decidir cómo ha de ser la información subvencionada. Nada más claro que el caso de Cataluña en el que la prensa “baila sardanas” cuando lo manda el Independentismo.

Ocurre también en la enseñanza cuando es el Estado el que paga, aunque sea a través de nuestros impuestos. Tanto si es pública como concertada, la tentación de manipular ideológicamente las nuevas generaciones está siendo una tentación irresistible para la clase política, que ve la forma de perpetuarse.

Ocurre en general cuando se otorgan subvenciones. Se subvencionan actividades persiguiendo intereses ajenos, cuando no contradictorios, con el bien común, y los subvencionados conforman su actividad de acuerdo con los criterios que interesan a la administración que subvenciona. Cuando no nacen ya de forma corrompida o buscando cautivar votos. Son muchos los ejemplos que están en la mente de todos.

Y ocurre en la financiación de los partidos políticos y de los sindicatos; y en el caso de estos últimos se añade, con frecuencia, el hecho de que olvidan los fines para los que fueron creados y se dedican a actividades puramente ideológicas que no pueden “vender” por el convencimiento del ciudadano y el uso de la palabra, y necesitan agarrarse a las instituciones y a los fondos públicos. Son estas ideologías las que, a su vez, les permiten perpetuarse en sus puestos privilegiados.

Cabría preguntarse ¿para qué sirven los sindicatos?, o al menos algunos de  ellos, si su actividad de defender a los trabajadores ha sido sustituida por actividades ideológicas dirigidas a sus afines, a repartirse los fondos que reciben o a cautivar votos. La sección de Educación de CCOO de Cantabria se gasta los fondos que recibe en elaborar calendarios de mesa en los que ridiculiza al anterior Consejero de Educación con dibujos ideológicos o religiosos, ajenos a cualquier problema pedagógico o educativo.

Hoy da la impresión de que más que sindicatos, necesitamos asociaciones potentes de defensa de los consumidores; y que los sindicatos pertenecen ya al pasado.

Sin embargo hay mecanismos que puede restablecer la conexión entre el que paga y el que consume, y revitalizar entidades, devolviéndolas a aquellos fines para los que fueron creadas. Un mecanismo es el Cheque Escolar en la Enseñanza, y otro mecanismo es que la financiación y subvenciones a Entidades se realice marcando la X en la renta. El ciudadano no está para financiar de su bolsillo muchas entidades o ONG’s y sin embargo, estas son necesarias.

Un desplegable en la renta que permita asignar fondos a Partidos Políticos, Sindicatos, ONG's y Entidades definidas de utilidad Pública, tanto a nivel internacional, como nacional, autonómico o local, devolvería al ciudadano la capacidad de decidir, y fusionaría de nuevo el pagador con el consumidor, cerrando puertas a la manipulación y mejorando nuestras libertades.

Creo que fue Alfonso Guerra el que inventó el sistema de marcar la X. Debió pensar que con esto la Iglesia desaparecería en poco tiempo. Me pregunto si sobreviviría la sección de Educación de CCOO de Cantabria si tuviera que financiarse con la X de la Renta.

Rafael Ruiz
 


sábado, 2 de abril de 2016

UNA MANO DE MADRE


 
Durante aquellos años Gints y yo realizábamos, junto con otros cinco colegas, el mayor número de abortos de esta zona de Letonia. Yo hacía, como promedio, uno al día.

Gints, además de ser mi esposo, era el Jefe de Departamento del Hospital donde atendíamos cada año a cientos de mujeres que deseaban abortar. Al mismo tiempo era diputado y formaba parte del consejo de administración de varias empresas. “Nos iba bien”, como suele decirse. Teníamos la suerte de trabajar juntos, ganábamos bastante dinero y gozábamos de una cierta posición. Se cumplía en nuestras vidas uno de sus grandes principios: “No hay nada que el hombre sea incapaz de alcanzar con sus propias fuerzas cuando se lo propone de verdad”.

Naturalmente, habíamos escuchado algunas críticas acerca de nuestro trabajo, pero ni Gints ni yo, ni los cinco ginecólogos de nuestro departamento, les hacíamos caso. Nos justificábamos interiormente diciéndonos que actuábamos conforme a los criterios que nos habían enseñado en la Facultad de Medicina. Es todo un proceso: al principio te repugna hacerlo, pero luego, a medida que vas realizando abortos, el corazón se te endurece hasta que adquieres una actitud cínica. Con frecuencia, tras realizar un aborto, bromeábamos: “¡Después de esto nos vamos a achicharrar en el fuego del infierno!”

Todo aquel mundo empezó a venirse abajo el día que comprobé que Gints me había sido infiel con otra mujer. Sufrí mucho. No podía entenderlo. ¡Teníamos dos hijos pequeños! Y llegó un momento en el que pensé que la única solución posible era el divorcio.

Él me pedía perdón, y me decía que solo había sido una aventura pasajera. No le creía; y sobre todo, no estaba dispuesta a perdonarle; no podía perdonarle –pensaba- después de aquello. Discutíamos sin cesar, y en los momentos de acaloramiento nos decíamos cosas terribles.

Él intentaba convencerme: “Silvija, te quiero; tenemos que arreglar esto, sea como sea. No puedo perder a mi mujer, a mis hijos y a mi familia. Sois mi vida”. Y nos encontramos los dos, por primera vez, con una situación que nos superaba y que no lográbamos controlar con nuestras propias fuerzas.

Y también nuestro trabajo había entrado en crisis. Desde que que nació nuestro primer hijo habíamos empezado a poner en tela de juicio desde un punto de vista médico lo que nos habían enseñado en la Facultad sobre el límite de las doce semanas, etcétera. Cada vez veíamos más claramente que aquello no era un pedazo de carne, sino una verdadera criatura humana. Fue un proceso muy duro, porque a nadie le resulta fácil reconocer que se ha equivocado gravemente durante años.

Ese cambio de actitud no se produjo por motivos religiosos, porque ni Gints ni yo éramos creyentes. No sabíamos nada de Dios, aunque a mí me habían bautizado de pequeña en la Iglesia Católica. Tanto en la escuela como en la Universidad habíamos recibido una formación radicalmente atea, de signo marxista leninista, que habíamos asumido acríticamente, como la mayoría de los jóvenes de nuestra generación.

Yo solo había oído hablar de Dios a mi abuela, que me recordaba cuando era pequeña:

-No te olvides, Silvija: Dios te está mirando. Dios te ve siempre. Actúa de forma que le agrades.

Mi abuela era muy cariñosa conmigo, pero hacía algo que me desconcertaba: cuando comenzaba a rezar el Rosario, sentada en su sillón y sonriéndome, yo le pedía que jugara conmigo. Ella, tan solícita siempre, me hacía esperar hasta que terminaba. Mientras tanto, yo le insistía una y otra vez:

-Abuela, mira esto…

-Espera unos minutitos, Silvija –decía siempre, en voz baja-, que ahora estoy rezando a la Virgen por ti.

Un día, cuando estábamos en plena crisis matrimonial, me sucedió algo humanamente inexplicable. “Tengo que encontrar a Dios”, pensé.

Siempre que cuento esto me suelen mirar como diciéndome: “Silvija, te has saltado un capítulo de la historia”. Pero fue así: de pronto, Dios se hizo presente en mi vida y en la de Gints.

Él se puso en contacto por correo electrónico con un pastor luterano muy conocido en Letonia, que le aconsejó que leyera los Evangelios. Yo también lo hice, y empezamos a comentarlo entre nosotros. Eran las únicas conversaciones que no acababan en discusión.

Un día el pastor le hizo ver que debía dejar de hacer abortos definitivamente. Me lo comentó y estuve de acuerdo. Pero no nos podíamos conformar con eso. Pensamos que además debíamos pedir que otros los hicieran. Hablamos con los cinco ginecólogos que nos ayudaban y decidieron dejar de hacerlos. Ninguno de ellos era creyente.

Mientras tanto había ido naciendo dentro de mi alma un afán que pocos años atrás me hubiera parecido absurdo, extraño, incomprensible: el deseo de comulgar.

Los católicos adultos, que han comulgado desde pequeños, no pueden entender esto, lo mismo que las personas que no tienen fe. Cuando ese deseo se apodera de tu alma, estás dispuesto a superar lo que sea con tal de alcanzarlo. Te sientes como una persona perdida en medio del desierto, muerta de sed, que divisa a lo lejos un oasis: a partir de entonces, el único objeto de tu vida es llegar a él.

Tenía esta idea clara: solo podría perdonarme a mí misma y personar a Gints si acudía a la ayuda del Señor en la Eucaristía. Solo Él podría darme fuerzas para hacerlo.

Empezamos a prepararnos. El tiempo de catequesis se nos hizo larguísimo; pero a media que avanzábamos en el conocimiento de la fe, Jesús nos iba dando respuestas, con sus hechos y sus enseñanzas, a las preguntas que nos habíamos formulado a lo largo de nuestra vida.

Gints hizo la profesión de fe y recibimos el sacramento del matrimonio. Ahora, gracias a la Comunión y al sacramento de la Confesión nuestra vida ha cambiado por completo. Eso no significa que no discutamos nunca: pero Dios nos ayuda a seguir adelante.

A veces nos preguntamos por qué nos ha concedido, precisamente a nosotros, esta gracia inmensa. Hay miles de médicos que realizan abortos en el mundo. Hay miles de matrimonios que se rompen. ¿Por qué nosotros no? Es un misterio.

Siguen viniendo mujeres a mi consulta que, después de haber tenido uno, dos o tres hijos, desean abortar. Yo procuro tratarlas con respeto y delicadeza, porque al igual que yo, no han tenido a nadie que les abra los ojos; pero les digo la verdad: no se trata de extirpar un pedazo de carne.

-Eso que late dentro de tu vientre –les digo- es tu hijo. Y yo no estoy dispuesta a hacer otro aborto jamás.

Las animo a tener ese hijo y a buscar soluciones. La gran mayoría reaccionan bien; y cuando dan a luz se encuentran tan felices que no quieren pensar siquiera en lo que me plantearon en aquellos momentos de confusión.

Este cambio radical de nuestras vidas ha sorprendido a muchas personas. Nos han invitado a hablar en el Parlamento y hemos estado en lugares diversos explicando, con razones científicas, nuestra postura.

Estamos impulsando un movimiento a favor de la vida en toda Letonia, que va dando fruto, porque hasta hace poco tiempo, en este país, la cuestión del aborto parecía pacíficamente aceptada por todos. Era la consecuencia de tantos años de  indoctrinación ideológica. Ahora se ha producido una especie de despertar: muchos ginecólogos se están replanteando la cuestión y se ha abierto un debate en la opinión pública

En cada aborto hay una vida que late con fuerza en el seno de una madre y una mano que la interrumpe bruscamente, sirviéndose de un instrumento de muerte.

En nuestra historia, ha sucedido al contrario: cuando todo nos abocaba a la destrucción, propia y ajena, ha intervenido una mano que nos ha salvado de repente.

¿De quién es esa mano? Lo voy intuyendo cada vez que recuerdo a mi abuela, sonriéndome, mientras desgranaba el rosario con los dedos. Es una mano de madre, que cura y sana; que da y protege la vida

Jose Miguel cejas cuenta, en su libro “El baile tras la tormenta”, que Silvija le contó este relato en su casa de verano, a las orillas de un lago, en Letonia , el 25 de Julio de 2013. Valter le tradujo sus palabras al castellano.

José Miguel Cejas ha fallecido el pasado 4 de febrero de 2016. Quiero agradecerle este relato pro-vida que alimenta nuestra esperanza. Y también agradecer a Ediciones Rialp SA que nos ha autorizado su publicación