Si
estuviéramos bien organizados la última manifestación PRO-VIDA habría tenido
más convocatoria.
Si cuando
haces un retwitt te sientes identificado con el contenido, porque el contenido
tiene valor, entonces tienes algo en común con los que también han retwitteado
ese tuitt. Síguelos.
Muchos de
ellos te seguirán a ti. Cuando llegues al tope de cinco mil que marca twitter
para igualar, tendrás que dejar de seguir a los que no te siguen, y no podrás
seguir a todos los que te siguen, porque algunos de los que sigues, nunca te
seguirán (atención al juego de palabras): asociaciones grandes, partidos mayoritarios,
sindicatos… Siempre hay un desfase entre los que sigues y los que te siguen.
Tendrás que corregirlo y no podrás seguir a todos los que te siguen.
Dejar de
seguir a alguien, que te sigue porque tú le seguiste primero para que te
siguiera, no sólo es una descortesía sino que no es correcto. Es una especie de
engaño. Indigna mucho en la red. Sobra decir que cuando hay razones concretas para bloquear a alguien, se le bloquea sin más
Cuando retwitteas valores, seguir a mucha gente tiene sus ventajas. Es como tener un hastag hecho a tu medida. Que te siga mucha gente también las tiene. Te permite transmitir valores.
Seguir a alguien es decisión tuya, que te sigan es decisión de otros. Nada te impide acudir a twiter con “Mentalidad de vendedor”. Puedes esperar que te vengan a comprar o puedes salir a vender.
Y no olvides que
“la vida sigue a la Vida”
Rafael Ruiz
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