viernes, 13 de febrero de 2015

PITONISAS, BRUJOS Y HECHICEROS




¿Se convertirán, Pablo Iglesias y sus amigos Monedero y el pequeño Errejón en el Capitán Trueno, Goliat y Crispín, y liberarán a España de bellacos y malandrines al grito de Santiago y cierra España? ¿O bien son una versión actualizada del Capitán Garfio y sus piratas, y nos llevarán al País de Nunca Jamás?
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Corría el mes de Agosto del pasado año cuando Arriola, la pitonisa del PP, conjuró a los dioses del Olimpo, o de Sierra Nevada, para que le anticiparan el futuro de la España electoral y los sacrificios que debían ofrecer para conseguir aplacar su ira, y también información privilegiada y un trato de favor. Sacó la bola, hecho las cartas, hizo los conjuros, rayos truenos, chirríos, ruidos de cadenas y alguna palabra codificada, venida del más allá, o del más acá, que se repetía machaconamente una y otra vez. Lanzó un exabrupto, un “demonios” –nunca mejor dicho- y llamó a Mariano transmitiéndole la ininteligible buena nueva. Entendieron que había que convocar la Junta Nacional –observe el lector que he dicho Junta Nacional, no Junta Autonómica- y por aquello del “ruido de cadenas” debía ser, como siempre, en el otrora castillo de Sigüenza, hoy confortable Parador Nacional.

Y así fue como allí, en las mazmorras del castillo, se reunió la cúpula, las mejores huestes, la pata negra del partido popular, un martes 9 de septiembre, festividad de San Pedro Claver. Amordazaron a Montoro por su propensión a decir lo que no toca, y repitieron los rituales, sacaron las bolas, echaron las cartas, hicieron los conjuros, algún rabo “fresco” de lagartija, -que era tiempo de lagartijas-, y los mismos resultados: rayos, truenos, chirríos, ruidos de cadenas, algún olor fétido, venido del más allá, o del más acá, que en Sigüenza se cocinan las mejores alubias, y la misma palabra codificada, que se repetía machaconamente una y otra vez. De nuevo exabruptos, demonios –nunca mejor dicho- y exhortos. Alguien mencionó, por asociación de imágenes y memoria audio-visual, al cocodrilo de Peter Pan en la película de Disney. Carcajadas generalizadas. Pero el espontáneo insistió. El cocodrilo, cada vez que se lanzaba por sorpresa a comerse al capitán Garfio, era descubierto por un Tic-Tac que salía de su interior, pues antaño había engullido la sabrosa mano del Capitán Garfio con reloj incluido. Las carcajadas se tornaron agridulces. ¿Has dicho Tic, Tac?  Sí, insistió el espontáneo – ¿el pequeño Nicolás, quizás?-. De nuevo repitieron los rituales, sacaron las bolas y echaron las cartas. Núñez Feijoo sugirió aprovechar para hacer una queimada, a lo que Mónago se adhirió con manifiesto entusiasmo y solicitó permiso para invitar a su novia canaria. Sánchez-Camacho en diez segundos dio diez razones por las cuales era diez veces mejor un cremat que una queimada. ¡Y la chica canaria se queda en su estancia!, añadió. Arriola pidió evitar las distracciones y se pusieron manos a la obra con tanto ímpetu y concentración que despertaron de su eterno sueño al mismísimo Doncel. Y efectivamente lo que se oía era un TIC-TAC. Arriola, la pitonisa del PP, había dado en el clavo, era un TIC-TAC, pero ¡qué demonios –nunca mejor dicho- significaba aquello!. Por más que insistieron y ofrecieron sacrificios –todos a una quemaron y pisotearon, por maldito, su viejo programa electoral-  los dioses no les dieron más información privilegiada. Y de nuevo un espontáneo – ¿el pequeño Nicolás, quizás?- sugirió: ¡lo averiguaremos!.

Y así corrieron los días, pasaron los meses, y cuando el 25 de Enero último, Pablo Iglesias le espetó a Mariano “en Grecia esta noche ya se escucha 'TIC, TAC'” todos los augurios quedaron descifrados. Al fin, la buena nueva de Arriola ya tenía nombre y apellidos. Se llamaba Pablo Iglesias. Y el susodicho convocó también a sus dioses de Sol para el pasado 31 de Enero; y los dioses le dieron su beneplácito en forma de multitudes. Pero, ¿podrán más los dioses de Pablo Iglesias que los de Arriola? ¿Ofrece también sacrificios ocultos a sus dioses el mencionado Pablo Iglesias? ¿Se convertirán, Pablo Iglesias y sus amigos Monedero y el pequeño Errejón en el Capitán Trueno, Goliat y Crispín, y liberarán a España de bellacos y malandrines al grito de Santiago y cierra España? ¿O bien son una versión actualizada del Capitán Garfio y sus piratas, y nos llevarán al País de Nunca Jamás? Y en ese caso, ¿quién hará de Peter Pan? y ¿quién de Campanilla? Continuará. Como decía la canción del grupo Santabárbara “Le llamaban Charly, la encontré en la calle tendida y lloró de hambre, Oh Charlie Charlie”. No se pierdan el próximo capítulo de esta trepidante serie “De Pitonisas, Brujos y Hechiceros”.

Publicado en El Mundo Cantabria el 13 de febrero de 2015

viernes, 6 de febrero de 2015

HOLOCAUSTO SILENCIOSO



HOLOCAUSTO SILENCIOSO



La celebración estos días del 70 aniversario de la liberación del campo de exterminio de Auschwitz nos recuerda uno de los grandes horrores de la historia, el exterminio industrial de un grupo étnico a través de las cámaras de gas. En su libro Libertad vivida, Jutta Burggaff hace una descripción de un diálogo entre un funcionario nacionalsocialista y un fiscal, que ha tenido lugar en uno de los famosos procesos judiciales después de la segunda guerra mundial. El relato es el siguiente: P: ¿Mataron a alguien en el campo de concentración? R: Sí. P: ¿Asfixiados por gas? R: Sí. P: Enterrados vivos? R: Ocurrió alguna vez. P: ¿Ayudó usted personalmente a matar a estas personas?. R: En absoluto, yo era solamente el tesorero del campo. P: ¿Qué efectos le producían estas acciones? R: Era duro al principio, pero nos acostumbramos. P: ¿Sabe usted que los rusos le van a colgar?. R: (rompiendo a llorar): ¿Por qué? ¿Qué he hecho?. Es cierto que no hizo nada; se limitó a cumplir órdenes. Los funcionarios del Estado nazi explicaron sus actuaciones inmorales con el argumento de que ellos se limitaron a cumplir órdenes. Ante el peligro de la pérdida del trabajo, del exilio, de desgracias para toda su familia, de la tortura y de la propia muerte (física o moral), abdicaron a los dictámenes de su conciencia y algunos se convirtieron en asesinos sin escrúpulos. La situación era, ciertamente, muy compleja, y no se trata de juzgar a personas concretas, sino de comprender la condición humana.

La aceptación social del aborto sin admitir a debate cuándo empieza la vida humana y qué valor tiene la vida humana, pone encima de la mesa un problema de naturaleza similar que nuestra sociedad tiene que resolver.

Con la ley del aborto de Zapatero han desaparecido las trabas jurídicas que tenía la industria abortista y sus únicas preocupaciones son de tipo comercial al igual que cualquier otra industria del mercado. La Ley Orgánica 2/2010, de 3 de marzo, que define el aborto como un derecho, tiene la virtud de dar “barra libre” a las clínicas abortistas para que ejerciten ese supuesto derecho de una forma industrial.

Esta ley pretende solucionar un conflicto negando que exista, de la misma forma que se negó la crisis económica. Y como un conflicto se produce al menos entre dos partes, para negarlo se otorga la decisión exclusivamente a una de las partes, la mujer, y al convertirlo en un derecho la otra parte, el feto, queda en el olvido sin ninguna protección legal. El aborto así va adquiriendo características industriales. Pero no basta con proclamarlo en la legislación, también hay que borrarlo de la conciencia, y para ello se enseña a los niños en la educación, bajo el amparo de la ley de Zapatero. ¿Pero conseguirá este objetivo la educación? ¿Y por qué es tan importante proponerse alcanzar este objetivo? Porque el aborto es el precio que tiene que pagar una sociedad del bienestar y del consumo que busca satisfacer los instintos básicos y evitar el sufrimiento a toda costa. Para unos ciudadanos a los que se ha prometido placer sin límites, un embarazo es un contratiempo que hay que evitar con distintos medios, y si aun así ocurre, se soluciona con el aborto. El aborto es la garantía final y ha de ser seguro para garantizar un sexo seguro sin cargas ni responsabilidades.

Sin embargo la realidad no se cambia con leyes. Si la industria del aborto quiere fomentar su negocio no basta con lo que diga la ley sino que ha de atender a la realidad del aborto.  Y la cruda realidad del aborto exige ocultar el sacrificio y su carácter humano, las personas que abortan y las cifras del negocio. Rebajar las cifras no es muy difícil porque nadie está interesado en que se haga un modelo 347, ni un resumen anual de IVA, ni nada que se le parezca. Además cuentan con el beneplácito de muchos políticos y gobernantes dispuestos a mirar para otro lado si hace falta. Ni siquiera el cliente estará predispuesto a pagar con medios que puedan vincular su nombre. Pero también hay que ocultar los cuerpos y la forma de hacerlo. Santiago Mata en su libro “De Isadora a Bibiana. El nuevo aborto y el holocausto” comenta que “Las pequeñas operaciones hospitalarias, los actos judiciales y hasta las ejecuciones donde las hay, se graban hoy día en vídeo. Lo que nunca se ha visto es uno de las decenas de millones de abortos que cada año se hacen en el mundo. Nunca hasta que alguien se decida a revelarlo. Y entonces quizá todo termine tan súbitamente como Auschwitz, sencillamente porque los gobernantes caerán en la cuenta de que lo que están ocultando es un sacrificio humano demasiado evidente como para negarlo. Pero mientras no se vea, lo negarán”.

En la práctica se trata de que sólo unas personas de confianza estén en contacto con la realidad de lo que sucede y no es difícil de realizar en una industria que está en pocas manos. Los señores del aborto tienen nombres y apellidos y son pocos los que se reparten el mercado. Santiago Mata en su libro dedica todo un capítulo “Quién es quién en la industria del aborto” a publicar los resultados de una investigación que “desbroza” los nombres más importantes. Una vez abiertas las puertas jurídicas de par en par, ahora se trata de abrirlas en la Constitución y para ello las estadísticas tienen que decir que las cifras de aborto están disminuyendo, aunque sea contradictorio con una ley que proclama un derecho. La ley de Zapatero tiene que ser una ley “exitosa”.

Sobre manipulación de encuestas tenemos el testimonio del DOCTOR BERNARD NATHANSON, que fue médico abortista, responsable de 75.000 abortos, convertido a pro-vida y al catolicismo. “Nuestro primer gran logro fue hacernos con los medios de comunicación (…) sabiendo que en encuestas veraces seríamos derrotados, amañamos los resultados con encuestas inventadas y las publicamos en los medios; según ellas el 60% de los norteamericanos era favorable a la implantación de leyes permisivas de aborto. Fue la táctica de exaltar la propia mentira y así conseguimos un apoyo suficiente, basado en números falsos sobre los abortos ilegales que se producían anualmente en USA. Esta cifra era de 100.000 aproximadamente, pero la que reiteradamente dimos a los medios de comunicación fue de 1.000.000. Y una mentira suficientemente reiterada es asumida como verdad por la opinión pública.” (…) La segunda táctica fundamental fue jugar la carta del anti-catolicismo (…). La tercera táctica fue denigrar o ignorar cualquier evidencia científica de que la vida comienza con la concepción”.

También tenemos el testimonio de MAURICE CAILLET, Maestro de la masonería y médico abortista convertido en pro-vida y al catolicismo. Caillet en su libro “Yo fui Masón”, describe cómo se involucró en los años 70 en la aprobación de la ley del aborto en Francia y en la realización de abortos. “Algunos de mis colegas y yo habíamos militado a favor de la supresión de la ley de 1920 que prohibía la práctica médica del aborto (…).algunos organismos, como Planificación Familiar, entidad de la que yo formaba parte y que estaba presidida por el doctor Pierre Simon, Gran Maestre de la Gran Logia de Francia, señalaban que cada año se producían 300.000 abortos clandestinos en Francia, cuyo resultado eran numerosos accidentes e incluso muertes”. Caillet hizo saber su “intención de aplicar esta nueva ley, que yo había deseado con todas mis fuerzas y que se había preparado en las logias”.

El que no avanza retrocede. Si Mariano Rajoy se piensa que es un tema de consenso y que  la cosa va a quedar así, se equivoca. Se intentará llevar a la constitución con el mismo consenso con el que se elaboró la Ley 2/2010, o sea, ninguno. Rajoy tiene la potestad de dar un giro de ciento ochenta grados y la sociedad lo ha de demandar en la manifestación a favor de la vida convocada en Madrid para el próximo 14 de marzo. Queda para otra ocasión hablar de por qué se aborta.