martes, 20 de junio de 2017

VOX Y AVANZA







AVANZA VERSUS VOX en las europeas, y VOX AVANZA en las generales.


En los momentos que vivimos, no es importante ser de izquierdas o de derechas, ni liberal o social demócrata; ni estar a favor o en contra de la energía nuclear o del trasvase del Ebro, hoy tan olvidado. Estamos en lo más básico, en los primeros pasos que garantizan la convivencia, en los valores más elementales. Y estos valores son la vida y la familia. Y cuando estos valores son cuestionados, vulnerados, denostados, atacados, poco sentido tiene dejar de votar a quién los tiene claros, porque no estemos de acuerdo en la estrategia o en temas más triviales.

Si miramos el arco parlamentario, entre los partidos que tienen representación, no hay ninguno en quien se puede depositar el voto. Si analizamos sus líderes, son líderes sin liderazgo. Y no tienen liderazgo porque no tienen el norte claro, confunden los contravalores con los valores. Entre Rajoy y Pablo Iglesias, entre Albert Ribera y Pedro Sánchez, parece que la decisión esté clara a favor del primero de cada par de dos, pero recordemos el caso de la rana: si la echas a una olla de agua hirviendo salta antes de tocar el agua y se va, si la echas en una olla de agua fría y la vas calentando poco a poco hasta que hierva, la rana se cuece. ¿Qué es preferible, cocernos con Rajoy o Albert Ribera, o estar a “cara de perro” con Pedro Sánchez o Pablo Iglesias? Cada cual responderá en función de sus valores y sus contravalores. Personalmente no voto a ninguno de los cuatro.

Afortunadamente están saliendo partidos nuevos -algunos no tan nuevos- que quieren llenar esa falta de representación con que nos encontramos muchos ciudadanos. Vox lleva algún recorrido, pero no ha conseguido representación parlamentaria. Otros, como PFyV y AES, llevan años y han conseguido menos.

Para algunos, la aparición de AVANZA es la forma de romper el maleficio del voto del miedo que permite a Rajoy seguir “reinando”, para otros es una forma de estar divididos. Sin embargo, en la práctica el planteamiento puede se más sencillo. Concurrir por separado en las próximas europeas es un planteamiento razonable que permitirá que cada cual marque sus techos. Sin embargo, en las generales, donde los votos no se suman, una alianza en función de los resultados de las europeas es un planteamiento deseable.