miércoles, 31 de enero de 2018

LA BATALLA ES CONTRA LA IDEOLOGÍA DE GÉNERO.







Llamar “negrata” a una persona de color es un insulto que se escucha con frecuencia en las series policíacas americanas. La palabra “negro” también resulta ofensiva si el contexto no es de amistad. Recuerdo que el jugador de color Eto, cuando dejó el Mallorca y fue fichado por el Barcelona, dijo que iba a correr como un “negro”. Al decirlo de sí mismo, el comentario fue acogido favorablemente entre la afición, sin que saliera ningún “ajusticiador de racistas”.

Algo similar ocurre con la AMS (atracción por el mismo sexo). La homosexualidad es un trastorno que fue eliminado del catálogo de enfermedades psiquiátricas americano en el año 1973 en medio de una gran controversia, en un congreso literalmente tomado por Activistas Gays que impidieron el curso normal de las sesiones. Decir que la homosexualidad es un trastorno es una realidad científica; sin embargo, decir que una persona homosexual es un enfermo, es ofensivo si el contexto no es de amistad.
Hay que “hilar” muy fino en este campo porque La batalla es contra la ideología de género y contra los que quieren imponerla mediante leyes coactivas. El error es generalizar; y es el error que algunos quieren que cometamos, para así enfrentarnos con las personas homosexuales.


Defender la vida con la madre y no contra la madre, erradicar la ideología de género con las personas homosexuales y no contra las personas homosexuales, son los planteamientos correctos. Los niños abortados y las personas que padecen AMS (atracción por el mismo sexo) son las víctimas de los tiempos que corren, y no podemos añadir más sufrimiento a su sufrimiento. Rechazamos las prácticas homosexuales, pero respetamos a las personas siempre.

Entre una persona que padece atracción por el mismo sexo, -un homosexual- y un activista Gay subvencionado, hay grandes diferencias. Son mundos distintos y conviene tenerlo siempre presente y no olvidarlo nunca.
En España, durante un tiempo, algunos han cometido el error de identificar los ciudadanos de Cataluña con el independentismo. Este era precisamente el objetivo que buscaba el independentismo, enfrentar al resto de España con los ciudadanos de Cataluña. Hoy todos tienen claro que hay que apoyar esa mayoría silenciosa de catalanes que se sienten y quieren ser españoles.
Con el islam pasa otro tanto de lo mismo. Los que mueven los hilos del mundo, pretenden enfrentar a los católicos con los creyentes musulmanes del islam. Por eso es siempre importante no identificar el terrorismo yihadista con los fieles musulmanes, ni con los fieles de ninguna religión, pese a que haya unas religiones que sean vulnerables a la manipulación violenta.
El riesgo de generalizar está presente en muchos otros grupos. Incluso con la masonería podemos cometer el error de generalizar, porque, hay mucha gente que se apunta a las logias como si de un equipo de futbol se tratara, y no son conscientes de que los grados inferiores no saben nada de lo que se ventila en los grados superiores.
El error de generalizar sin fundamento suficiente está presente en muchos de nuestros razonamientos de la vida diaria ordinaria. Es lo que hace que en algunos momentos seamos más radicales que en otros, y que unas personas sean más radicales que otras.
Sin embargo, cuando las conclusiones están bien fundamentadas, y el paso de lo concreto a lo general se realiza respetando el tamaño de la muestra y las reglas de la lógica, nuestro razonamiento gana en veracidad y es escuchado.


sábado, 27 de enero de 2018

APADRINA A UN DIPUTADO








APADRINA A UN DIPUTADO


Si eres un tío o una tía que reza, apadrina a un diputado. Te lo digo en serio, apadrina a un diputado. Nuestros diputados están expuestos a la Ideología de Género.

Muchas leyes que, por desgracia, se tramitan en el Congreso tienen un alto contenido en Ideología de Género. Aunque no siempre se las leen, o más bien casi nunca, tienen que votarlas; y votar a favor de una ley de Ideología de Género, parece que imprime carácter.

Algunos hacen estudios de impacto de género, y los pagan a precio de jamón de bellota, pero lo que realmente impacta es la exposición a la Ideología de Género. La exposición  a Ideología de género es peor que la exposición a RAYOS X. El cerebro se arruga, se encoge, y con el tiempo se llega a reducir al tamaño de una bellota, con menos inteligencia que una lagartija. Y si quieres una prueba, escúchalos cuando hablan en televisión; olvidaron mil cosas buenas por una que salió mala. Andan como don Quijote con las Novelas de Caballerías, “desfaciendo entuertos y ensartando molinos de viento” “Para cuya seguridad, andando más los tiempos y creciendo más la malicia, se instituyó la orden de los caballeros andantes, para defender las doncellas, amparar las viudas y socorrer a los huérfanos y a los menesterosos. De esta orden soy yo, hermanos cabreros, a quien agradezco el agasajo y buen acogimiento que hacéis a mí y a mi escudero”.

No podemos abandonarles a su suerte. Por eso, te lo digo muy en serio, si eres persona que reza, apadrina a un diputado.

Puedes encontrar la lista en el siguiente enlace:


 “Dícenme que en ese lugar hay bellotas gordas: envíeme hasta dos docenas, que las estimaré en mucho, por ser de su mano, y escríbame largo, avisándome de su salud y de su bienestar; y si hubiere menester alguna cosa, no tiene que hacer más que boquear: que su boca será medida, y Dios me la guarde. Deste lugar. Su amiga, que bien la quiere,
La Duquesa.
(…)
Y dioles las cartas. Leyólas el cura de modo que las oyó Sansón Carrasco, y Sansón y el cura se miraron el uno al otro, como admirados de lo que habían leído; y preguntó el bachiller quién había traído aquellas cartas. Respondió Teresa que se viniesen con ella a su casa y verían el mensajero, que era un mancebo como un pino de oro, y que le traía otro presente que valía más de tanto.

Quitóle el cura los corales del cuello, y mirólos y remirólos, y, certificándose que eran finos, tornó a admirarse de nuevo, y dijo:

–Por el hábito que tengo, que no sé qué me diga ni qué me piense de estas cartas y destos presentes: por una parte, veo y toco la fineza de estos corales, y por otra, leo que una duquesa envía a pedir dos docenas de bellotas.