miércoles, 18 de diciembre de 2013

IDEOLOGÍA DE GÉNERO






Pero antes de proseguir obligado es repasar “los libros autores del daño” de dónde mana la ideología de género

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“Él se enfrascó tanto en su lectura, que se le pasaban las noches leyendo de claro en claro, y los días de turbio en turbio, y así, del poco dormir y del mucho leer, se le secó el cerebro, de manera que vino a perder el juicio. Llenósele la fantasía de todo aquello que leía en los libros, así de encantamientos, como de pendencias, batallas, desafíos, heridas, requiebros, amores, tormentas y disparates imposibles, y asentósele de tal modo en la imaginación que era verdad toda aquella máquina de aquellas soñadas invenciones que leía, que para él no había otra historia más cierta en el mundo.” Si Miguel de Cervantes tuviera que escribir hoy su obra magistral no habría fijado el origen de la locura de don Quijote en la lectura de novelas de caballerías, lo habría visto, sin duda, en la ideología de género, la mayor irracionalidad antropológica de toda la historia, la más profunda de los tiempos que corren y “la última rebelión del hombre contra su condición de criatura” en palabras de Benedicto XVI. Ideología que pretenden colarnos, antes a hurtadillas y ahora de “obra vista” en centros de enseñanza y sanidad, gracias a la ley 2/2010.

La ideología de género definida por algún autor como “una visión de la persona que consiste en afirmar que en materia de sexualidad no hay nada que sea natural y que, por tanto, todo lo que tiene que ver con la sexualidad es una construcción cultural, subjetiva, uno no es ni hombre ni mujer, es la orientación afectivo-sexual que autónomamente decida…lo que somos sexualmente lo construimos con nuestra libertad, con lo que hacemos” tiene ese punto de irracionalidad profunda como diría Feliciano de Silva a quién don Quijote gustaba de leer:  “La razón de la sinrazón que a mi razón se hace, de tal manera mi razón enflaquece, que con razón me quejo de la vuestra fermosura”.

A lo largo de la geografía española, bajo el encantamiento de la ideología de género deambulan también hoy los caballeros andantes, pero parece sin duda que la Junta de Andalucía está en la vanguardia de estos lances. En la Proposición de Ley para la no discriminación por motivos de identidad de género y de reconocimiento de los derechos de las personas transexuales publicada en el BOPA el 13 de febrero de 2013, que pretenden aprobar en el mes de diciembre actual, y que a lo largo de 17 páginas que no tienen desperdicio se hacen múltiples afirmaciones como que  “En la persona imperan las características psicológicas que configuran su forma de ser y se ha de otorgar soberanía a la voluntad humana sobre cualquier otra consideración física” se establece el derecho a cambiar el sexo-género a todos los efectos administrativos y sanitarios, la obligatoriedad para los médicos de atenderlo y se evita cualquier pronunciamiento de la ciencia médica, o intervención de los jueces. El caso del niño que se siente niña del Colegio San Patricio se está utilizando como excusa para preparar el caldo de cultivo para la aprobación de esta Ley. Olvidan por completo la afirmación del psiquiatra Joseph Nicolosi cuando dice que la mente, el cuerpo y el espíritu deben trabajar juntos en armonía para que el hombre y la mujer estén a bien consigo mismo y maduren en su potencial como persona”. La condición de hombre o mujer reflejada en la cadena de cromosomas ADN de cada una de las células de nuestro cuerpo que se refleja en la complementariedad física y fisiológica del hombre y la mujer deben estar en consonancia con el sentir de la mente y del espíritu; y las disfunciones que se produzcan serán siempre una fuente de frustración y sufrimiento: es el mensaje de este autor.

Pero antes de proseguir obligado es repasar “los libros autores del daño” de dónde mana la ideología de género causante del disparate y la sinrazón de nuestra casta nacional, de aquel “se les fue la olla” de los tiempos modernos; “para en este trance no … perdonar a ninguno, porque todos han sido los dañadores, y mejor será arrojarlos por las ventanas al patio, hacer un rimero de ellos, y pegarles fuego, y si no, llevarlos al corral, y allí se hará la hoguera, y no ofenderá el humo. Lo mismo dijo el ama: tal era la gana que las dos tenían de la muerte de aquellos inocentes; mas el cura no vino en ello sin primero leer siquiera los títulos

El feminismo es un movimiento histórico que pretendía algo justo: lograr la igualdad de la mujer con el varón en la vida social, superando los prejuicios históricos que habían llevado a excluir a la mujer de la cultura, de la vida profesional, económica, etc. sin embargo la ideología de género como toda ideología pretende dar razón de la historia de la sociedad en base a unos principios elementales que permitirían diagnosticar la raíz de todos los conflictos y proponer una solución a todos ellos. Es un reduccionismos intelectual, asociado a una fe ciega en sus diagnósticos, que trae consigo una agenda política de transformación de la sociedad, y que importa los planteamientos de la lucha de clases del marxismo y los introduce en la familia. El ideólogo se siente un dios omnisciente capaz de recrear el mundo feliz que el Dios verdadero no consiguió hacer. Comienza a hablarse de género con el Mayo del 68 francés con una serie de feministas muy influidas por los planteamientos de la francesa Simone de Beauvoir, que había sostenido la teoría de que la mujer no nace, sino que se hace, es decir, es un producto cultural. Simone de Beauvoir argumentaba que el feminismo había equivocado el objetivo al plantear como meta la igualación en derechos entre el varón y la mujer.

Junto a los planteamientos de Simone de beauvoir en Francia y los de algunas de las  primeras feministas como Sulamith Firestone, Alison Jagger o Germaine Greer están los de Judith Butler que los lleva a extremos radicales: “Comprender el Género como una categoría histórica es aceptar que el género, entendido como una forma cultural de configurar el cuerpo, está abierto a su continua reforma, y que la anatomía y el sexo no existen sin un marco cultural. Términos como masculino y femenino son notoriamente intercambiables; los términos para designar el género nunca se establecen de una vez por todas, sino que están siempre en el proceso de estar siendo rehechos…Se puede ser hombre con un cuerpo de mujer y se puede ser mujer con un cuerpo de hombre ”.

La ideología de género pretende suprimir la distinción entre hombre y mujer en todos los órdenes de la vida: en el leguaje, en la moral, en el derecho, en las relaciones  familiares, etc.; y para ello es imprescindible acabar con el matrimonio y la familia como estructuras opresoras de la mujer para alcanzar una sociedad sin clases de sexo mediante una labor de “deconstrucción” cambiando el significado del lenguaje, reescribiendo la historia, rehaciendo la ética, el derecho y la sexualidad. Se intenta “deconstruir” la educación para rehacer la conciencia de las nuevas generaciones para que piensen con las categorías propias de la ideología de género.

Rematado ya su juicio, vino a dar en el más extraño pensamiento que jamás dio loco en el mundo, y fue que le pareció convenible y necesario, así para el aumento de su honra, como para el servicio de su república, hacerse caballero andante, e irse por todo el mundo con sus armas y caballo a buscar las aventuras, y a ejercitarse en todo aquello que él había leído, que los caballeros andantes se ejercitaban, deshaciendo todo género de agravio, y poniéndose en ocasiones y peligros, donde acabándolos, cobrase eterno nombre y fama.

Queda para otra ocasión hablar de la agenda política de la ideología de género en España cuyo culmen es la Ley 2/2010 de Salud sexual y reproductiva y de la Interrupción voluntaria del embarazo, donde se regula la nueva orden de caballería que profesan los caballeros andantes de los tiempos que corren, que ya no cabalgan a lomos de jumento ni rocín, sino en arcadas de dragones apocalípticos de múltiples cabezas.

Publicado en El Mundo Cantabria el 18 de diciembre de 2013





 


Buitrago de Lozoya. Foto del autor.
 

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