domingo, 5 de marzo de 2017

MODELO DE MASCULINIDAD









EL PADRE, MODELO DE MASCULINIDAD

 
En el artículo anterior de esta serie, hemos hablado de “El Papel del padre en la identidad sexual de los hijos”                                                         http://gritandolibertadhoy.blogspot.com.es/2017/01/el-papel-del-padre.html

siguiendo la línea del libro Alteridad Sexual. Razones frente a la ideología de Género 2014 de Maria Calvo Charro.

Previamente hemos visto como el Feminismo, si bien en sus orígenes era “una batalla por la justicia y la dignidad de la mujer”, en esta lucha, “la mujer, sin apenas percibirlo, comenzó a renunciar a su propia feminidad, sin ser consciente del menoscabo que esto implicaría a largo plazo para su libertad y su pleno desarrollo personal”.

Hemos visto también como el Aborto y la Ideología de Género se entronizaban en el Feminismo en un supuesto Nuevo Orden Mundial que ya no se expone sino que necesita ser impuesto por sus connotaciones contra-natura; mientras que surge también un NEOFEMINISMO liberador para la mujer y también para el hombre, y capaz de volver las aguas a su cauce.

Y hemos visto como en la otra cara de la moneda, el varón padece en mayor medida los efectos del feminismo de género. Hemos insistido en la importancia de la función paterna que no puede ser eliminada, ni desvalorizada, ni ignorada, ni tergiversada, sin consecuencias graves.

Y hemos hablado en otra ocasión de la Identidad del niño varón, la identidad de la niña, y la importancia de los referentes. Como hemos comentado al inicio, ahora lo estamos haciendo de la mano de Maria Calvo Charro en tres partes:

El papel del padre en la identidad sexual de los hijos
El padre, modelo de masculinidad
El padre, primera imagen de Dios para los hijos

 
EL PADRE, MODELO DE MASCULINIDAD

El papel del padre es fundamental como referente de masculinidad. Todo niño, de forma temprana, entre los tres y los cinco años, debe sufrir una desconexión y diferenciación de la madre, para pasar a experimentar una identificación con el padre. Si en ese momento el padre está ausente o es inaccesible y distante, los niños difícilmente adquirirán la noción de la masculinidad. El niño busca su masculinidad alejándose y diferenciándose de la madre (Gutmann, 2008). En este estadio comenzará a buscar más la identidad con su padre, aunque volverá a su madre siempre que necesite cariño y comprensión, consciente de que la conexión amorosa con aquella permanece a pesar de su «declaración de independencia». Además estas muestras de cariño son un lenguaje que el niño debe aprender para ser capaz posteriormente de expresar sus sentimientos y afectividad hacia otros.

La figura del padre se hace especialmente importante en relación con los hijos varones. Según el Dr. Muñoz Parias los niños que crecen sin una figura paterna, generalmente evidencian trastornos en la adolescencia porque no encuentran una identidad: «Los jóvenes sufren de inseguridad, soledad y depresión, que pueden pasmarse en el fracaso escolar, consumo de drogas y vagancia. En definitiva, no tienen la capacidad para controlar sus impulsos y no pueden autorregularse».

Los niños necesitan modelos masculinos para convertirse en hombres. A partir de los 7 años los niños prefieren la compañía de hombres. Sin embargo, pasan la mayor parte del tiempo de su vida rodeados de mujeres, tanto en el hogar como en la escuela. Cuando se priva a un joven de un modelo adecuado de masculinidad, aquel en sus actitudes tiende a exagerar los estereotipos machistas porque nunca ha recibido la imagen justa y equilibrada de lo que significa ser hombre.

Los niños necesitan personas que les ofrezcan modelos saludables y virtuosos de conducta. El papel del padre en esta tarea es sencillamente esencial. Si el padre está ausente, el chico buscará sus pautas de vida en protagonistas de videojuegos, en compañeros de colegio equivocados o en líderes de pandillas callejeras. Los adolescentes precisan de esta atención paterna aún más que cuando eran pequeños, aunque se esfuercen a diario por demostrar lo contrario y traten de mostrarse independientes y autosuficientes. En ausencia de padre, es muy importante que el niño asuma como modelo a otra persona (tío, abuelo, maestro ...); evitando de este modo que resulte «adoptado» por modelos indeseables como los que ofrecen las series de televisión, los líderes de pandillas, etc.

Las investigaciones muestran que el 94% de los jóvenes con antecedentes delictivos no han tenido un modelo masculino positivo de conducta en sus vidas. Asimismo, después de los años noventa, se ha comprobado que un motivo clave en el fracaso escolar, violencia o conductas antisociales de los chicos es la ausencia de modelos masculinos con los que identificarse en aquellos hogares sin padre, monoparentales o en los que los progenitores están constantemente fuera del hogar y desvinculados de la educación de sus hijos (National Center for Fathering.
http://www.fatherhood.org/media/consequences-of-father­absence-statistics

Según el Dr. Muñoz Parias, los niños que crecen sin una figura paterna, generalmente, evidencian trastornos en la adolescencia porque no encuentran una identidad.

En cuanto a las niñas y jóvenes, el padre es el primer modelo de masculinidad que conocen en su vida y, si la relación es buena, también será su primer amor. Todo hombre que entre en su vida será comparado con su padre, toda relación que tenga con otro hombre será filtrada a través de la relación que tenga con su padre.


Especialmente en la adolescencia, los jóvenes necesitan modelos de referencia, que les acompañen en la aventura de buscar sentido a sus vidas y les transmitan unos valores que les hagan hombres y mujeres del futuro, fuertes y libres.

 

En un artículo próximo hablaremos del padre como primera imagen de Dios para los hijos


 

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