En estos días que nos disponemos
a acoger al Papa Benedicto XVI en la Jornada Mundial de la Juventud seguramente
al lector le gustará recordar también la figura del Papa Juan Pablo II que,
desde Arriba, estará en todos los detalles de la preparación como un cariñoso
patrono y fundador de la Jornada . Y podemos recordarle, invocar su protección
y pasar un rato agradable con el video titulado “La Risa del Papa”. Se trata de
un video que podemos ver en Internet en el enlace
o bien tecleando directamente en “google” o “youtube” “La risa del Papa”.
Tiene una duración de 7:36
minutos y es una entrevista concedida a Diego Pol, que a finales de los años 80
interpretó ante Juan Pablo II al payaso Japo. Toda la grabación está
intercalada con imágenes de las distintas actuaciones realizadas ante el Papa y
en las que se le puede ver literalmente “partirse de risa”. Ciertamente las
actuaciones del payaso Japo como se puede comprobar en el video, hacen reír a
cualquiera. Él nos lo cuenta:
“Siempre que actuaba delante
del Papa Juan Pablo II me quedaba como fuera de juego durante las dos horas
posteriores. Estaba tan emocionado que salí llorando. De hecho el primer año
cuando me propusieron actuar para el Papa no me lo creía. Estaba al principio
tan nervioso, tan nervioso que me había pasado como de rosca, estaba como ido,
como con piloto automático”.
Diego Pool es un abogado que
desde los 10 años ha hecho reír a cientos de niños y que a los 30 tuvo el
privilegio de hacer que el representante de Dios en la tierra se estremeciera
de risa. “Uno de la policía de la guardia suiza se me acercó el último año
que iba a actuar y me dijo todo serio: ¡Que no se repita lo del año pasado!. Yo
me quedé pensando qué pasaba. Sonrió y me dijo: ¡que temíamos por la salud del
Santo Padre, por lo que se reía!”.
Miles de estudiantes universitarios
católicos de todo el mundo asisten a un Congreso Anual por semana Santa en Roma
para estar cerca del Papa. “Se trataba de hacerle descansar y hacerle reír
pero nunca se había hecho nada de humor, yo he hecho siempre el payaso
para niños y lo que más me llamaba la atención es que el Papa reaccionaba
igual que los niños. Si te alegras el niño se alegra, si te entristeces
el niño se entristece, si lloras el niño llora a veces. El Papa estaba tan
metido que llegó un momento en que me pongo a llorar y el Papa se pone
como triste también”
“El primer año hice una
actuación muy sencilla con un conejo que aparece en una cajita de madera. Es
una actuación para niños muy pequeños y al Papa le hizo muchísima gracia. Yo
tenía miedo que apareciera muerto el conejo porque ya llevaba una hora de
espera en un doble fondo bastante apretado. ¡Imagínate que delante del Santo
Padre aparece un conejo muerto! Me acuerdo que al terminar la actuación me
acerqué a saludarle. No sabía que podía saludarle por lo que no tenía nada
preparado. La gente le suele besar la mano pero como yo estaba pintado de
payaso no sabía qué hacer. Entonces me cogió la cabeza, me acercó, me hizo la
señal de la cruz con el pulgar en la frente y me dijo “Muuy buueeeno” como
hablaba él.
Hubo un año en que el
Papa se rió muchísimo porque, entre otras cosas en la actuación pusimos todo el
suelo perdido de leche, y cuando me acerqué a saludar al Papa uno de los que
estaban al lado me dijo todo serio: ¡limpiar la leche!. El Papa se empezó a
reír como si –el otro- me estuviera echando una pequeña bronca y el Papa se
reía todavía más. Nos dimos cuenta que al Papa lo que le hacía mucha gracia era
todo lo que fuera gesticular con el cuerpo, por ejemplo ese año se trataba de
echarle al otro payaso un litro de leche por una oreja y sacarla por la otra
oreja; utilizar el cuerpo humano para cosas absolutamente absurdas…Al final el
Papa se acercó a mí y me dijo, me habéis hecho un gran regalo, un gran regalo
pascual”
Diego nunca imaginó que este
hobbie le permitiría con los años estrechar la mano del hombre que él más
admiraba “Me parecía que sobre todo era un hombre buenísimo, un hombre
sencillísimo y buenísimo Y con una naturalidad y una alegría enormes. Tenía el
Papa un poder que no lo he visto nunca ni lo he sentido nunca. Salí
verdaderamente removido, con una especie de paz grandísima… solamente tenía
ganas de rezar. Por lo menos a mí me ha pasado eso y no lo puedo explicar de
otra manera.
Años más tarde le
escribí una carta al Papa poco antes de que muriera. Mire Santo Padre le
escribo esta carta para darle las gracias por que le he visto de cerca ¡tantas
veces!. Me contestó con una carta muy cariñosa y la foto firmada encima de la
sotana blanca suya con el pulso tembloroso por el parkinson.
Y yo estoy convencido de que
el Papa me sigue sonriendo desde el Cielo todos los días”.
La salud del Papa peregrino
empeoró con los años. Juan Pablo murió el 2 de abril de 2005 y nos dejó el
recuerdo de su inagotable trabajo evangelizador, de su constancia y gracias a
Diego Pol, el payaso Japo, nos dejó también el eco de su risa.
Algunas de sus últimas palabras
que se interpretó que estaban referidas a los jóvenes fueron: “..os he buscado.
Ahora habéis venido a mí. Os lo agradezco”
Disfrútenlo en youtube y tengan
por seguro que el Papa Juan Pablo II, con su poder de convocatoria, estará en
la JMJ cerca de Benedicto XVI y de cada uno de nosotros y nos sonreirá desde el
cielo como al payaso Japo.