Que la izquierda rechace
cualquier reforma de la Ley del aborto de Zapatero, era previsible. Su
obstinación en la defensa del aborto como derecho tiene muchos intereses
económicos detrás. Por otra parte, la aparición de Vox y la incorporación de
Vidal-Cuadras en este partido abren una puerta al voto pro-vida cautivo en el
PP. La manifestación a favor de la vida en Madrid en el 2009, que según algunos
tuvo un millón de manifestantes, debería ser motivo de reflexión. El gobierno
tiene un compromiso electoral que le legitima, una cómoda mayoría absoluta y
una oportunidad histórica irrepetible.
Hace bien Jaime Mayor Oreja en no
presentarse a las europeas y permanecer en el PP. En estos momentos la única baza
que le queda a Rajoy es una reforma que dé al electorado pro-vida, más
numeroso de lo que algunos se piensan, una razón importante para no pasarse a
VOX. El electorado no perdonará a Vox que no apoye al PP en la reforma del
aborto de Gallardón, pero tampoco perdonará al PP que pierda la oportunidad
histórica que tiene en sus manos. La reforma de Gallardón es ahora el único
bastión que le queda al Partido Popular.
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