“Votos emitidos 340, Votos negativos 183, Votos afirmativos 151 Abstenciones 6. Queda rechazada la proposición no de ley, que pide la retirada del anteproyecto de ley de Protección de los Derechos del Concebido y de la Mujer Embarazada”
Estas palabras del Presidente de
la Cámara de Diputados tienen sabor histórico. El grupo socialista que impuso
con una férrea disciplina de voto una Ley 2/2010 que proclamaba el aborto como
derecho e introducía la ideología de género en la enseñanza y la sanidad ha
visto ahora cómo en un régimen de libertad de conciencia ha sido ratificada la
Lay de Protección del Concebido de Alberto Ruiz Gallardón. El progresismo
radical ha cometido el error de creerse sus propias encuestas.
“Somos balleneros Sr. Ashley. Llevamos
mucho tiempo persiguiendo esta ballena y por fin hemos arponeado el lomo de ese
monstruo. Lo tenemos, James. Es nuestro. Hay que acabar la gesta. No podemos
esperar, o con un simple coletazo pulverizará el barco y nos mandará a todos a
la otra vida. El 31 de este mes, de este año, someta la enmienda a votación”.
De la película LINCOLN de Spielberg.
Para entender la dura realidad
del aborto nos puede ayudar el relato de Gianna Jessen que sobrevivió a un
aborto provocado. El video se puede encontrar en YOUTUBE. Junto a la claridad
de sus palabras y la elocuencia de su oratoria, su graciosa expresividad, su
juventud y su belleza dan al testimonio un atractivo especial. Así nos lo
cuenta:
“Soy adoptada y mi madre
biológica tenía 17 años y también mi padre biológico. Tenía siete meses y medio
de gestación cuando decidió acudir a Paternidad Planeada y ahí le aconsejaron
someterse a un aborto de término tardía de solución salina. Esta solución se
inyecta en el vientre de la madre. El bebe traga la solución la cual le quema
por dentro y por fuera, y entonces la madre da a luz un bebe muerto dentro de
24 horas. Pues para la sorpresa y el shock de todos no nací muerta sino viva el
6 de abril de 1977 en una clínica abortista en el condado de Los Ángeles. Lo
fantástico de todo esto, del momento perfectamente atinado de mi nacimiento, es
que el abortista finalizaba su jornada así que no tuvo la oportunidad de seguir
con su plan para mi vida, o sea la muerte; y gracias a eso me encuentro ahora
con ustedes. En la época en la que vivimos nacer no es políticamente correcto…
tampoco lo es pronunciar el nombre de Jesucristo, traer su nombre a reuniones
como esta porque su nombre incomoda a la gente terriblemente. Pero yo no
sobreviví para hacer que la gente se sienta cómoda. Sobreviví para agitar las
cosas un poco. Y me lo paso bien haciéndolo.
Y así fue como me entregaron
viva después de 18 horas. Debo ser ciega, debo estar quemada, debo estar
muerta. Y no lo estoy. Saben qué es lo más fantástico de todo esto, que el
abortista tuvo que firmar mi acta de nacimiento. Así que sé quién es. Y
también dice mi archivo clínico; nacida durante el aborto salino. Ellos
no ganaron. He investigado sobre el hombre que practicó mi aborto y sus
clínicas…son la cadena de clínicas más grande en los Estados Unidos de América
y tiene unos ingresos brutos de 70 millones de dólares al año. Leí un libro
de él hace unos años y dijo: “He abortado más de un millón de bebes y lo
considero mi pasión” Les digo estas cosas para que sepan que estamos dentro
de una batalla muy interesante en este mundo, nos demos cuenta o no …
es una batalla de vida o muerte. ¿De qué lado estás tú?...
Así que una enfermera llamó
una ambulancia y me transfirieron a un hospital, lo cual es milagroso: en
general la práctica en ese tiempo, y lo fue hasta el 2002 en mi país, era
terminar la vida de un sobreviviente del aborto por medio de la estrangulación,
la sofocación, abandonar al bebé para que éste muera o tirarlo. Pero el 5 de
agosto del 2002, mi extraordinario Presidente Bush, firmó el Acta de Protección
de los Infantes Nacidos Vivos para que eso ya no vuelva a pasar. Vamos muy en serio
y espero que me odien para que cuando llegue el día de mi muerte pueda sentir a
Dios alrededor de mí y así entender como fue ser odiado. Quiero decir que
a Él le odiaban; odiaban a Cristo, y no es que tenga ganas de ser odiada pero
sé que en este viaje mío ya “estoy” odiada porque proclamo la vida. “A mí no
me ganaron”. “El holocausto silencioso no ganó sobre mí”. Y mi misión entre
muchas otras cosas es esta: Infundir en la humanidad un debate que hemos
compartimentado y dejado para vestir santos, y decir esto es un problema.
Hemos retirado nuestras emociones, nos estamos volviendo más duros. ¿Realmente
quieren eso? ¿Cuánto están dispuestos a aceptar y cuánto están dispuestos a
arriesgar para hablar con la verdad del amor y la gracia y cuánto están dispuestos
a ser odiados? O, al final del día, ¿todo se trata de ti?, ¿o de mí?”
Después me colocaron en un
hogar temporal de emergencia donde decidieron que yo no les caía muy bien y,
como me gusta decir: ¿no sé cómo no me pudieron adorar desde un principio?¿qué
le pasa a esta gente? Pero así fue. Ven, me han odiado desde la concepción…por
tantos…y querida por muchos más, pero en especial por Dios, soy su niña. No
se metan con la niña de Dios. Tengo escrito en la frente que mejor te pones a
mi lado porque mi Padre dirige el mundo.
Después de que me pusieron en
una casa mala, fui llevada a otra casa, una hermosa casa…la casa de Penny. Ella
me dijo que en este momento yo tenía 17 meses de edad, 32 libras de peso muerto
y diagnosticada, con lo que considero un don: parálisis cerebral, que fue
provocado directamente por la falta de oxígeno a mi cerebro mientras trataba de
sobrevivir. Ahora estoy…obligada a decir esto, en el aborto se trata nada más
de los derechos de la mujer, entonces ¿cuáles fueron los míos?. No
había una feminista radical que gritase sobre cómo mis derechos se violaron
aquel día, de hecho, mi propia vida estaba siendo apagada en nombre de los
derechos de las mujeres. Y señoras y señores, no tendría parálisis cerebral
si no hubiera vivido todo esto, así que cuando escucho el argumento repugnante
de que debemos abortar cuando el bebé puede salir discapacitado ¡Ah!…¡Qué
horror llena mi corazón! Hay cosas que solamente van a poder aprender por los
más débiles de nosotros. Y cuando apagan estas vidas, son ustedes los que
pierden, el Señor cuida a ellos pero ustedes son los que van a sufrir para
siempre. Qué arrogancia! ¡Qué arrogancia absoluta! Y ha sido este argumento
tanto tiempo en este…lugar humano donde vivimos, donde los más fuertes deben
dominar a los débiles, donde ellos deben determinar quien vive y quien
muere. La arrogancia de eso. ¿No se dan cuenta que no puedes hacer
latir a tu propio corazón? ¿No se dan cuenta que todo el poder que creen que
poseen realmente no poseen nada de eso? Que es la piedad de Dios que les
sostiene…aun cuando lo odian.”
El video continúa y Giana Jessen
lanza un mensaje muy interesante a los hombres, después a las mujeres y por
último a los políticos, que podrán encontrar en YOUTUBE.
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