En el día Internacional de la Infancia también hemos de incluir a los no nacidos
“Ni la esclavitud ni la servidumbre
involuntaria excepto por un castigo del cual la persona haya sido debidamente
condenada, podrán existir en los EEUU o en cualquier lugar sujeto a su jurisdicción.
El Congreso tendrá facultades para hacer cumplir esta enmienda por medio de la
legislación apropiada”. Es el texto de la XIII enmienda a la Constitución de Estados Unidos que
cerró las puertas a la esclavitud. Fue propuesta y adoptada el 31 de Enero de
1865. Unos meses más tarde, el 15 de abril de 1865, su propulsor, Abraham
Lincoln sería asesinado.
La magistral película Lincoln de Steven Spielberg con
12 nominaciones y 2 Óscar nos describe como fue abolida la esclavitud en los
Estados Unidos de América. La película tiene diálogos de gran calado donde
contrasta la profundidad de los momentos históricos que se viven con la falta
de miras en algunos políticos republicanos que se pliegan ante las dificultades
y no ven más allá del corto plazo. En un determinado momento Lincoln les
reprende con palabras duras como estas “Escuchar todo esto me supera y no puedo tomar ni una
condenada medida que tenga un mínimo valor o sentido humano hasta que
logremos curarnos de la esclavitud y acabemos con la pestilente guerra. Y me da
igual que ustedes o cualquier otro lo sepa o no lo sepa; yo sé que lo que
necesito es esto. Esta enmienda es la cura. Ahora somos el centro de atención
del mundo entero. Ahora, el futuro de la dignidad humana está en nuestras
manos. Se ha derramado sangre para alcanzar este momento. Ahora, ahora, ahora …
y ustedes refunfuñan, incordian y escurren el bulto como mercachifles,
politicastos, fatigosos… Vean lo que tienen ante ustedes. Vean el aquí y el
ahora, eso es lo más difícil, es lo único que cuenta. La abolición de la
esclavitud mediante disposiciones constitucionales señala y determina el
destino de los tiempos venideros, no sólo de los millones que hoy viven
sometidos, también de los futuros millones que nacerán”. Palabras
claras, que marcan un horizonte y un sendero para construir el futuro, pese a
que en la aprobación de la enmienda haya habido también sombras, marcadas por
la forma en que se consiguieron algunas voluntades de la oposición demócrata
hasta alcanzar la mayoría necesaria. Como dijo uno de los senadores “La medida más importante del siglo XIX, aprobada gracias
a la corrupción urdida por el hombre más puro de América”…
Acierta Alberto Ruiz Gallardón cuando
compara la reforma del aborto con abolir la esclavitud y afirma que no hay nada
más progresista que defender al concebido no nacido. Aunque el drama del aborto
es mucho mayor que el de la esclavitud, podemos establecer un claro paralelismo
entre ambos. Cada día mueren en España más de 300 niños no nacidos víctimas del
aborto; unos 120.000 al año en España y 1,6 millones en EEUU más todos los
destrozos causados por la píldora del día después. Demasiada sangre derramada
sin que ninguna ley se pregunte ¿cuándo empieza la vida humana? y ¿qué valor
tiene la vida humana?.
“Pero incluso tú, Pendleton, que tenían que haberte
ahorcado por traición hace años. Incluso un mezquino y un indigno como tú
debería ser tratado con igualdad ante la ley. Y por eso señor diré una y otra y
otra vez que no creo en la igualdad en todas las cosas sólo en la igualdad ante
la ley. Esa
misma igualdad es la que queremos para el no nacido. Parafraseando a
Lincoln podemos decir que “A pesar de la crisis de valores, a pesar de la
corrupción y la crisis económica, este es el aquí y el ahora, este es el Norte,
esta es la defensa de la vida que requieren los tiempos que corren “y que determina el destino de los tiempos venideros”. Necesitamos
un hombre de Estado, un político capaz de jugarse la vida por marcar un
horizonte y un sendero para construir el futuro; necesitamos un Abraham Lincoln
para abolir el aborto de una vez por todas.
En la segunda parte nos meteremos en
la piel de Abraham Lincoln y trataremos de esbozar los criterios de actuación y
“dar forma” al texto de la enmienda que aboliría el aborto en España y el
contenido de la Ley Orgánica que la desarrolle.
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