LA MOMIA DE RUBALCABA, con perdón...

…Y políticamente hablando en año electoral, que los grandes personajes merecen gran respeto. En tiempo electoral los «límites de lo políticamente correcto» se ensanchan y caben otras ocurrencias y chascarrillos, y también algún chiste y golosinas variadas.

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En el anterior episodio de esta serie, Pitonisas, Brujos y Hechiceros, habíamos dejado al lector con la incertidumbre de si Pablo Iglesias y sus amigos Monedero y el pequeño Errejón se convertirían en el Capitán Trueno, Goliat y Crispín y liberarían a España de bellacos y malandrines al grito de Santiago y cierra España, o por el contrario eran una versión actualizada del Capitán Garfio y sus piratas y llevarían España al país de Nunca Jamás. Todo ello después de que el augurio en forma de Tic Tac, de Arriola, la pitonisa del PP, en sus conjuros a sus dioses en el otrora Castillo de Sigüenza el pasado mes de Septiembre, quedara descifrado con nombres y apellidos en la persona de Pablo Iglesias el pasado mes de Enero, gracias al pequeño Nicolás y al tic-tac del cocodrilo de Peter Pan de la película de Disney.

Nos preguntábamos si los dioses de Arriola podrían más que los dioses de Pablo Iglesias después de la favorable acogida en forma de multitudes que había cosechado el mencionado Iglesias en su conjuro al Sol el pasado mes de Enero. Y nos preguntábamos además si el susodicho Iglesias, como Arriola, ofrecía sacrificios ocultos a sus dioses.

Interrogantes que todavía siguen ahí, desenmarañados en mayor o menor medida, a los cuales se han añadido otros nuevos como la trama de Zapatero en Latinoamérica en busca de, no se sabe qué. ¿Estará intentando Zapatero meter en vereda al temible Pablo Iglesias? ¿Estará en Venezuela el tesoro de Nunca Jamás? O quizá Zapatero ¿está entretejiendo una Nueva Era dónde la Alianza de Civilizaciones y Continentes, la fraternidad entre piratas, bellacos y malandrines  nos llevará por fin al País de Nunca Jamás?

Mientras tanto, en el otro extremo del mundo, una estremecedora llamada se produce en el despacho del Presidente. –P.A. Mariano, soy Pedro. Traigo una noticia que te va a dejar de piedra. –M.R. Dime Pedro, ¿qué es eso tan misterioso? –P.A. Rubalcaba, ha aparecido Rubalcaba. Lo han visto en Cantabria, en el Paraninfo de la Universidad. –M.R. Eso es imposible. Rubalcaba se retiró a la Pirámide. –P.A. Mariano, Te aseguro que está en Cantabria. –M.R.  ¿Te lo han dicho los dioses? –P.A. No, lo he leído en El Mundo. –M.R. Imposible, en todo caso será su momia. –P.A. Lo han visto con Tezanos y le ha traído buenos augurios. –M.R. ¿Buenos augurios? ¿A Tezanos? Y Tezanos, ¿qué ha dicho? –P.A. No sabía si reír o llorar. Todavía tiene los pelos de punta.

Quizá el lector desconozca que Rubalcaba, tras el descalabro de las pasadas elecciones europeas del 26 de mayo del 2014 decidió hacerse construir una pirámide al modo y usanza de los grandes faraones de la historia, y retirarse en ella con todo su séquito, siguiendo los augurios que se le diagnosticaron unos días antes, en esta misma tribuna, con fecha 5 de mayo, con el Título “De la corrupción hacemos un oficio”. Fue algo sencillito, inocente, sin conservantes, ni colorantes ni dioses añadidos, una lectura fácil de la confrontación de los astros. Vamos, como lo hubieran hecho los Reyes Magos. Decía así. “Cuando pasen las elecciones y previsiblemente se produzca la gran debacle para doña Elena y su “séquito”, -porque los ciudadanos ya andan “hartos” de géneros y cosas raras, simplemente por el “tufillo” que desprenden-; entonces, cuando ya sean “cadáveres políticos” tendrán la opción de hacer como los grandes faraones de la historia y construirse una pirámide a la que retirarse y hacerse enterrar junto con todo su séquito y corte, tanto vivos como difuntos políticamente hablando –así lo hacían los faraones-. La pirámide de Rubalcaba tendría esa mirada mitad enigmática, mitad siniestra; doña Elena, con ese punto de mala leche –con perdón- que la caracteriza, y Zapatero mirando a las nubes que es lo que mejor sabe hacer. Si tenemos un poco de suerte a lo mejor le acompañan Cayo Lara, Llamazares y algún otro afectado también por la ideología de género y en “fase política terminal” o no terminal”. 

Rubalcaba actuó en consecuencia, pero Valenciano, ante la duda de si formaba o no formaba parte del séquito de Rubalcaba, y no sabiendo muy bien en qué consistía eso de retirarse a una pirámide, y si le gustaría o no, optó por hacerse la desaparecida y salió por piernas con dirección hacia la antigua Unión Soviética, para pedir asilo a Putín o a Rasputín, el que más disponible estuviera –tanto monta, monta tanto-. Fue vista por el centro de Europa, pero de ella tan sólo se recibieron dos postales, de su puño y letra, enviadas a este Diario. Una el 30 de septiembre del 2014 agradeciendo a los obispos, a los jueces y ministros su apoyo, su tutela y su cariño durante todos estos años, y otra el 25 de noviembre del 2014 contando sus desvelos,  sus trabajos y los datos que había podido reunir en sus viajes por Delhi, Río de Janeiro, Egipto, El Salvador, México, Etiopía, Mozambique, Ruanda, timos-Este, Palestina, Papua y Nueva Guinea, y por fin de regreso en España preparando su pronta retirada a la pirámide y así dar cumplimiento al augurio de los astros. Cayo Lara y Llamazares, también afectados por la ideología de género y en fase terminal avanzada,  se encuentran ya en el mismo trance. Y el sustituto de Rubalcaba, el que llaman Pedro Sánchez, aquejado por los mismos males, va por el mismo camino. De este afirman que es “guapo” y “apañao”, aunque le ha salido una admiradora con un ratón chiquitín, que come chocolate, turrón, bolitas de anís, y  ha devorado los billetes de quinientos que tenían reservados p’asá una vaca. La susodicha esconde al chiquitín como si de Ratatouille se tratara, y anda emperrada en poner el cascabel a la gata para que no pueda cazar roedores, y con estas artes, puede dar al traste, con el admirado y cumplimiento a los augurios planetarios.

Pero, cerremos el paréntesis y volvamos a la Moncloa donde hemos dejado a Rajoy y Arriola en animada conversación telefónica. –M.R. Pedro, entérate bien si realmente era Rubalcaba o su momia. Si hace falta, conjuras a los dioses, y me tienes informado. –P.A. Mariano, ten por seguro que lo haré. –M.R. Más te vale, porque si no lo haces te cambio por Zapatero, que si antes era aprendiz de brujo, ahora es brujo experimentado. Ha tenido ofertas hasta de Hogwarts. Además, como los vamos a absorber, pronto vas a tener competencia. –P.A. ¿Los vamos a absorber? –MR. Te lo digo en confidencia, Pedro, no tardaremos mucho en ser el PPSOE. Pero la fusión será más fácil con tu tocayo Pedro que con la momia de Rubalcaba, que tiene esa mirada petrificante que  me da un no sé qué. Ah y también tenemos que diezmar las Legiones Malditas. –P.A. ¿Las legiones malditas?. Mariano me vas a volver loco. –M.R. Pedro te veo poco informado. Está bien que para las noticias del futuro escudriñes a los dioses, pero para las del presente, estarás más informado si te lees El Mundo, y la Edición de Cantabria es la mejor. –P.A. Mariano, eres un pelota de los medios. –M.R. ¡Hay que batallar en todos los frentes! ¡Pedro!. Como te decía, las legiones malditas son los discípulos de Gallardón. Esos que antes decían que Gallardón era Lincoln y ahora dicen que es Escipión el Africano. ¡Están locos estos romanos!  Ah y te repito, quiero información privilegiada de los dioses, de aquí a final de año. Así que ya sabes, saca la bola, que Celia eche las cartas y los dos a currar. Y convoca a la Junta Directiva Nacional que tenemos que ser muy democráticos, o al menos parecerlo. Y cuelgo ya, que nos va a costar un pastón la llamada, y todavía estamos de recortes. Y además tengo la mesa llena de problemas. Ahora Rato nos ha salido rana. ¡Joder con la tropa!

Continuará. No se pierda el lector el tercer capítulo LAS LEGIONES MALDITAS de esta trepidante serie Pitonisas, brujos y hechiceros. Como decía la canción del grupo Santabárbara, “Le llamaban Charlie, la encontré en la calle tendida y lloró de hambre. Oh Charlie, Charlie”.

Publicado en El Mundo Cantabria el 30 de abril de 2015