domingo, 29 de junio de 2014

DESAHUCIOS Y DESAHUCIADOS II




 
 
Se rescató a la banca con menos dinero del que nos ofrecieron, pero no se entendió que había que proteger la vivienda familiar cumpliendo un mandato constitucional.
__________________________________
 
En la primera parte hemos considerado los “aires de bonanza” que se viven en estos momentos en cuanto a liquidez financiera y expectativas de crecimiento económico. Hemos recordado cómo la mala configuración del euro y las políticas de bajos tipos de interés del BCE propiciaron el caldo de cultivo necesario para la generación de la burbuja inmobiliaria; y las escasas posibilidades que tenía el particular de prever lo que podía pasar. Hemos detallado lo que se ha hecho y lo que no se ha hecho a través de la ley 1/2013, de 14 de mayo, de desahucios, comentando que no se incorporó la dación de pago que era demandada por la ILP y diversos organismos. Tampoco se está haciendo nada en la reforma fiscal que se está elaborando, salvo una mención de cara a la galería, que dudo que tenga efectos en la práctica y que comentaremos más adelante.

La dación de pago generalizada y retroactiva se descartó por el gobierno por considerar “que incrementaría la morosidad, tal y como ocurrió en Irlanda -donde pasó del 3% al 30%-, y pondría en riesgo el conjunto del sistema financiero,(…) se insistió en que hay que tener presente que "es de justicia devolver los préstamos" y se consideró fundamental que la normativa no incentive al deudor cumplidor, que en España son más del 90% de las familias con hipoteca, a cuestionarse por qué paga”. Puestos a hablar de justicia también lo era haber evitado políticas que generasen burbujas financieras en bienes de primera necesidad como la vivienda, y haber controlado los precios de la vivienda en previsión de males mayores. Se rescató a la banca con menos dinero del que nos ofrecieron, pero no se entendió que había que proteger la vivienda familiar cumpliendo un mandato constitucional.

Podemos hacer unos números sencillos que visualicen si es acertada o no la argumentación del gobierno. Sería el caso de una vivienda que en los momentos de bonanza se compró por 100 pagando 20 en efectivo y solicitando una hipoteca de 80. En el momento actual el valor de mercado es de 60 y de la hipoteca quedan 75 por pagar. El propietario está en paro y no puede pagar por lo que si se le admitiera la dación en pago para cancelar toda la deuda sus cuentas serían las siguientes: habrá perdido 25 (veinte pagados en la compraventa y cinco por cuotas pagadas de la hipoteca) y el banco habrá perdido 15 (setenta y cinco de la hipoteca menos sesenta del valor de mercado de la vivienda que recibe).

Pero si el particular encuentra un trabajo en ese momento y otro banco le concede una hipoteca, y vuelve a comprar en el mercado la misma vivienda a un precio de 60, habrá reducido su deuda en 15 y a cambio tiene la misma vivienda que hace unos años valía 100 y ahora vale 60. Como contrapartida, la pérdida del banco por 15 se mantiene. Esta reducción de deuda es la que puede generar que aumente la morosidad y explica la argumentación del gobierno. El efecto final es que la pérdida de valor de los inmuebles por el pinchazo de la burbuja se traslada en su totalidad a la Banca, que tendría que ser rescatada por el BCE. ¿Pero acaso el BCE y la banca no son los responsables de la burbuja inmobiliaria? ¿No tienen ellos las herramientas para restituir la liquidez perdida al sistema financiero? ¿No habríamos evitado el empobrecimiento de la población y el  “efecto domino” sobre toda la economía por la caída del consumo? ¿No hubiera sido esto lo más justo?

En cualquier caso, la “cruda” realidad para el particular es que ahora no tiene capacidad laboral ni económica para comprar esa vivienda de 60 por lo que se queda sin hipoteca y sin vivienda; por lo que la primera conclusión es la válida, el particular ha perdido 25 y el banco ha perdido 15; y llegará un especulador que comprará una vivienda por 60, que a medio o largo plazo volverá a valer 100. Si además no se admite la dación en pago la conclusión es que el banco jurídicamente podrá cobrar el importe que ha perdido de 15 al particular, por lo que todo el peso de pérdida de valor por 40 por la burbuja inmobiliaria habrá caído sobre el particular y seguirá siendo un especulador quien comprará una vivienda por 60 que con el paso de los años valdrá otra vez 100. Los números se agravarían para el banco si en vez de conceder inicialmente una hipoteca de 80 hubiese concedido una de 90, 100 ó 110 que también ha ocurrido.

Como ha dicho algún político el resultado final ha sido que tenemos mucha gente sin vivienda y muchas viviendas sin gente. Y añado yo que necesitamos políticos y gobernantes más audaces, con esa clarividencia mental que da la preocupación por el bien común.

La Banca se ha convertido en la gran Inmobiliaria de España. Durante 2013 se han adjudicado 50.000 viviendas de particulares, un 11% más que durante el 2012 según fuentes del Banco de España.  Cuando alguien solicita un préstamo hipotecario para la compra de una vivienda se lo conceden a cambio de que compre alguna de su stock de viviendas. La Sareb por su parte tiene una cartera de 50.000 millones de euros en viviendas. Cuando se termine de estabilizar el precio de la vivienda, cosa que parece que ya está ocurriendo, los inversores extranjeros empezarán a movilizarse; ya lo están haciendo. La Sareb y la Banca obtendrán jugosos beneficios procedentes de su cartera inmobiliaria.

Hay que hacer la mención honrosa del Banco de Sabadell para quien se afirma que es el único Banco que no desahucia y la única entidad que ofrece siempre la alternativa de un alquiler social según fuentes de la PAH. Inicialmente seleccionó bien su cartera de hipotecas y posteriormente valoró soluciones caso por caso con un programa de alertas, alargando el plazo de la hipoteca para rebajar la cuota, ofreciendo una carencia de capital o excepcionalmente una segunda hipoteca. En último término, si la vivienda pasa a ser propiedad del Sabadell, a los afectados se les ofrece un alquiler social. Este ejemplo parece que también empieza a ser seguido por otros bancos. 

Ahora se trata de resolver tanto el problema de los desahucios, como el de los ya desahuciados. El gobierno de España debería hacer un estudio pormenorizado, caso por caso, de los resultados obtenidos por la ley 1/2013, de 14 de mayo y ver en qué medida se están alcanzando los objetivos propuestos y en qué medida se están corrigiendo los efectos de las políticas nefastas que llevaron a una burbuja inmobiliaria sin precedentes. Debería replantearse de nuevo la dación de pago generalizada y retroactiva.

En la reforma fiscal, la única mención es la de declarar exenta la plusvalía en la dación de pago cuando el valor total de la deuda pendiente que se cancela supera el valor de adquisición de la vivienda. Esto no es lo habitual. Sólo puede ocurrir en aquellos casos en que el Banco concedió una hipoteca de 120 para una vivienda de 100. Son casos dónde hay una negligencia flagrante del Banco, y son la excepción. Es una reforma de cara a la galería y nada más.

Sobre este mismo tema, es más interesante que Montoro resuelva el caso de las plusvalías municipales que se están pagando en ventas de inmuebles con pérdidas  dónde algunos ayuntamientos han hecho sus cálculos en base a valores catastrales y se han sacado una plusvalía de la “chistera”.

Nos encontramos en el contexto financiero económico y financiero  idóneo para que Rajoy encuentre la forma de financiar actuaciones que permitan “reparar” injusticias creadas por la burbuja inmobiliaria y los desahucios; y evite que las viviendas vacías acaben en manos de especuladores. Esta es la única forma de evitar que situaciones injustas sirvan de bandera para partidos y grupos radicales que buscan obtener en la calle lo que no consiguen en las urnas.

Una actuación decidida y eficaz en este campo le permitirá también al gobierno cumplir otros  temas pendientes de su programa electoral como el Anteproyecto de Ley Orgánica para la protección de la vida del concebido y de los derechos  de la mujer embarazada, que tienen detrás injusticias mucho más graves, grupos económicos muy activos y una sociedad que parece anestesiada a la hora de entender.

No hay comentarios:

Publicar un comentario