lunes, 13 de octubre de 2014

DIOS TAMBIÉN EXISTE






Previamente había advertido a Sancho, “no atribuyas a tus merecimientos la merced recebida, sino que des gracias al cielo, que dispone suavemente las cosas”.


“Si estos preceptos y estas reglas sigues, Sancho, serán luengos tus días, tu fama será eterna, tus premios colmados, tu felicidad indecible, casarás tus hijos como quisieres, ...”.  
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Dios también existe y nos lo recuerda Miguel de Cervantes en boca de D. Quijote. Los consejos que don Quijote dio a Sancho Panza antes de ir a gobernar la Ínsula Barataria fueron tan sensatos, tan llenos de sentido común, y tan acertados que debieron sorprender al mismísimo Cervantes, que en el capítulo siguiente se ve en la obligación de dar explicaciones. Don Quijote desbarraba en lo que se refiere a las artes de la caballería de la misma manera que hoy muchos desbarran en lo que se refiere a las tramas sociales de las ideologías, sin embargo enhebra una serie de consejos que bien merecerían ser incluidos en los programas electorales y estatutos de partidos políticos así como en el código ético que presentará próximamente el PSOE.  Primeramente, ¡oh hijo!, has de temer a Dios, porque en el temerle está la sabiduría, y siendo sabio no podrás errar en nada. (…) Lo segundo, has de poner los ojos en quien eres, procurando conocerte a ti mismo, que es el más difícil conocimiento que puede imaginarse. Del conocerte saldrá el no hincharte como la rana que quiso igualarse con el buey, que si esto haces, vendrá a ser feos pies de la rueda de tu locura la consideración de haber guardado puercos en tu tierra”. Previamente había advertido a Sancho, “no atribuyas a tus merecimientos la merced recebida, sino que des gracias al cielo, que dispone suavemente las cosas”.

Karol Wojtyla en su libro “Memoria e Identidad” hace un análisis detallado de las ideologías del mal que han oprimido la Europa del Siglo XX y se remonta a nuestros días desde Descartes, pasando por la Revolución Francesa. Un análisis que es lectura obligatoria para cualquier político y gobernante que se precie. Después de describir las diversas manifestaciones de las raíces cristianas de la Europa Occidental, afirma que se ven los signos de una civilización que se inspira en el principio de que “se debe pensar y actuar como si Dios no existiera” (…) “Y vivir como si Dios no existiera, significa colocarse fuera de las coordenadas del bien y del mal, es decir, fuera del contexto de los valores, de los cuales Él mismo, Dios, es la fuente. Se pretende que sea el hombre mismo quien decida sobre lo que es bueno o malo. Y este programa se sugiere y divulga de muchos modos y desde diversos sectores (…) Socavan los fundamentos mismos de la moral humana, implicando a la familia y propagando la permisividad moral: los divorcios, el amor libre, el aborto, la anticoncepción, los atentados a la vida en su fase inicial y terminal, así como su manipulación. Estas corrientes disponen de enormes medios financieros, no solamente en cada nación sino también a escala mundial. Pueden contar con grandes centros de poder económico, a través de los cuales tratan de imponer sus condiciones a los países en vías de desarrollo. Se pregunta “si no estamos ante otra forma de totalitarismo, falazmente encubierto bajo las apariencias de la democracia.

Son reflexiones importantes para tener en cuenta en estos momentos en los que se dibuja un nuevo escenario electoral en el que se cree que las mayorías amplias se han acabado. Mariano Rajoy debe entender que “todos los males” le vienen por el incumplimiento de su programa electoral y que es más fácil creer en Dios que en los estudios sociológicos de Arriola que no son más que adivinanzas de pitonisa precocinadas con premisas ideológicas. Ignoran una realidad profunda que es la fuerza de la verdad de la naturaleza humana y la atracción que ejerce el bien sobre el corazón de las personas. “La verdad os hará libres” se dijo hace dos mil años y no se puede cambiar por “La libertad os hará verdaderos” suplantando el bien por el mal. 

El daño que Podemos y otros partidos emergentes puedan hacer a los grandes partidos depende más de la regeneración real de éstos, que del discurso de Podemos. Los grandes partidos deben dejar ya de surfear la corrupción y tomar medidas efectivas para erradicarla de sus propias filas. Pedro Sánchez habla de luchar por la calidad democrática y corregir las desigualdades pero la política social que tanto pregonan, mientras no se desparasite ideológicamente y se renuncie a la ideología de género y el aborto como derecho, derogando la Ley Aído y fomentando la defensa de la vida humana y el apoyo a la maternidad en su Código Ético, sólo es una POLÍTICA SOCIAL DE CABALLERO ANDANTE, de “desfacer entuertos” en pro de los menesterosos, pero carente de realismo. “Para cuya seguridad, andando más los tiempos y creciendo más la malicia, se instituyó la orden de los caballeros andantes, para defender las doncellas, amparar las viudas y socorrer a los huérfanos y a los menesterosos. De esta orden soy yo, hermanos cabreros, a quien agradezco el agasajo y buen acogimiento que hacéis a mí y a mi escudero”.

El Psoe debe distinguir quiénes fueron y quiénes son sus votantes; quiénes son sus militantes y por desgracia también quienes son los beneficiarios de su “clientelismo”. Debe entender que los que fueron sus votantes son los que le van a permitir volver a ser una alternativa de gobierno; y con frecuencia estaban integrados por miembros de las cofradías de Semana Santa, voluntarios de Cáritas, o personas que llevan sus hijos a la enseñanza concertada. Muchos de ellos, en su día, se quedarían afónicos ovacionando a Juan Pablo II en sus visitas a España, o a Benedicto XVI en la JMJ de Madrid en el 2011.

Juan Manuel Ruiz Gutiérrez, del PSOE de Santander, en su artículo del 9 de Agosto “Sí hay alternativa”, citaba con acierto la ayuda que Cáritas Diocesana de Santander realiza a 18.000 personas y rechaza una sociedad dirigida por un oligopolio de empresas y bancos apostando por el camino de la socialdemocracia. Ciertamente hay ideas dignas de elogio en su artículo, pero España tiene necesidades más elementales que resolver. Habla de no tener miedo a llevar a cabo una revolución de reformas y cambios porque “los más débiles reman y reman a base de mentiras y esperanzas falsas para morir en mitad de la travesía”. Efectivamente los más débiles mueren diariamente, pero en mitad de la travesía del embarazo de mujeres  que no encontraron ningún apoyo para salir adelante con su maternidad. Mueren en número de cuatrocientos diarios, más de ciento cuarenta mil al año. Esos son los más débiles, los que no tienen voto, pero tienen un cuerpo que nadie se atreve a mostrar como fruto de ese derecho al aborto ejercitado, mientras nos sumimos en una población envejecida; porque en España hay demasiados abuelos sin nietos, demasiados niños sin hermanos ni primos, y con un solo progenitor; normalmente sin padre. Un caldo de cultivo idóneo para una tremenda soledad dentro de unas décadas. Juan Manuel Ruiz debería pedir hoy mismo al gobierno del Partido Popular la abolición de la Ley Aído para que su mensaje sea creíble en la sociedad. Entre todos, hemos de conseguir que el vientre de una madre vuelva a ser el lugar más seguro para la vida incipiente. Entre todos hemos de erradicar la ideología de género y el supuesto aborto como derecho que está en el corazón de la crisis de valores que destroza España.

Los consejos de Don Quijote a Sancho se extienden a lo largo del capítulo 42 y 43 de la segunda parte y abarcan temas muy variados, que dan de sí para una larga reflexión. Finalmente concluye: “Si estos preceptos y estas reglas sigues, Sancho, serán luengos tus días, tu fama será eterna, tus premios colmados, tu felicidad indecible, casarás tus hijos como quisieres, títulos tendrán ellos y tus nietos, vivirás en paz y beneplácito de las gentes, y en los últimos pasos de la vida te alcanzará el de la muerte, en vejez suave y madura, y cerrarán tus ojos las tiernas y delicadas manos de tus terceros netezuelos
”.
 

 

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