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Algunos políticos se corrompen cuando llegan al poder, otros han interpretado que hace falta corromperse para poder llegar al poder".
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"Cuando Pablo Iglesias dijo "El cielo no se toma por consenso, sino por asalto" no estaba pensando en el Cielo de los que creemos en Dios, sino que estaba pensando en el poder, en la Presidencia del Gobierno."
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En una sociedad de consumo lo material y lo económico adquieren una importancia superior a la que tienen en sí mismos. Tenemos muchas necesidades materiales que se pagan con dinero, pero también nos hemos creado otras de las que podríamos prescindir con una vida más austera. La lectura de la encíclica “Laudatio Si” del Papa Francisco es muy recomendable para profundizar en esta idea. Alguien se preguntará ¿cómo sería una sociedad que no fuera de consumo y si tendría capacidad para generar puestos de trabajo? Sería una sociedad que consumiría cultura y formación, pero cultura y formación desparasitada de ideologías.
En una sociedad de
consumo la corrupción se penaliza con dureza, sin embargo los fondos públicos
defraudados se recuperan con facilidad cuando la economía se pone a funcionar a
buen ritmo. Pero el deterioro de las personas es de difícil recuperación. Y toda
persona tiene derecho a no ser juzgada dos veces. Una en los juzgados y otra en
la prensa. No
podemos convertirnos en una España justiciera. Me duele el juicio a la
Infanta Cristina y Urdangarín, y me indigna que el juez Castro no haya
entendido desde el principio que debía evitar el linchamiento mediático.
La corrupción está
haciendo mucho daño al PP y al PSOE, pero no tanto la corrupción como los
desahucios.
No haber resuelto
adecuadamente y en el momento oportuno el problema de los desahucios ha provocado
grandes injusticias y “mala bilis” en muchos ciudadanos.
La
combinación de ambos, es una bomba explosiva,
que se engrasa con la degradación de valores que produce el elevado número de
abortos y las leyes ideológicas de zapatero.
En
este contexto no
sólo se han de tomar medidas que permitan cerrar puertas a la corrupción, sino
que hay que dar soluciones efectivas que prevengan los desahucios futuros y
medidas paliativas para los ya realizados. La calificación de la vivienda
familiar como Bien de consumo de primera necesidad, su incorporación en el IPC
y la carencia
financiera voluntaria financiada por la Sareb y el BCE permitirían extraer
esa “bilis” acumulada.
Algunos políticos se
corrompen cuando llegan al poder, otros han interpretado que hace falta
corromperse para poder llegar al poder. Por desgracia, Pablo Iglesias no parece ser
el Capitán Trueno que iba a librar España de bellacos y malandrines sino más
bien el Capitán Garfio que nos puede llevar al país de Nunca Jamás, hablando de
una forma desenfadada.
Y
en medio de esta maraña, los diputados no
tienen muchas herramientas para defenderse, pero entre ellas sí que está romper
la disciplina de voto, con el precedente de la “purga” que ha aplicado
Rajoy a los diputados que no aprobaron su mini-reforma del aborto que validaba
la ley del aborto de Zapatero.
El
ciudadano por su parte durante muchos años ha estado “tapado” por los medios de
comunicación que configuraban la opinión pública, que en muchas ocasiones se
convertía en opinión publicada distinta de la opinión del ciudadano. El hecho de que el
ciudadano no pague el coste de la prensa y esta se financie con subvenciones,
anuncios y entre ellos anuncios de contactos, introduce otro factor de
degradación moral y pérdida de valores que lleva operando más de treinta
años. El que paga
manda y cuando el que paga no es el que consume, la tentación de decidir qué va
a consumir el consumidor es una tentación difícil de vencer y se abre la puerta
a la manipulación de la opinión pública.
Las redes sociales ofrecen
oportunidades de liberación, aunque con el precedente de lo fácilmente que se
manipulan las reuniones asamblearias, como la de los indignados del 15M,
convertido por Pablo Iglesias en punta de lanza, no ya para solucionar los
problemas de la sociedad, sino para llegar al poder por asalto y una vez
allí levantar barricadas y barreras de entradas. Cuando Pablo
Iglesias dijo "El cielo no se toma por consenso, sino por asalto"
no estaba pensando en el Cielo de los que creemos en Dios, sino que estaba
pensando en el poder, en la Presidencia del Gobierno.
Y
esta degradación de valores que engrasa la bomba desahucios-corrupción, la
tenemos en Chile, Argentina y Polonia, dónde se intentan imponer leyes como las
de ZP y probablemente en más países de Latinoamérica. Porque, si no, ¿qué ha
hecho ZP en sus viajes por Latam durante estos años pasados? El cambio de valores
y la destrucción de la familia es el objetivo que se han planteado determinadas
organizaciones mundiales que operan en Occidente y lo hacen a hurtadillas.
El caso de China también es digno de
mención. La
política de hijo único en una primera generación lleva a individuos sin
hermanos. En una segunda generación individuos sin hermanos ni tíos, ni primos,
y en una tercera generación individuos aislados y solitarios; y si el
matrimonio se rompe, viene la soledad más absoluta. “No es bueno que el hombre esté solo”, se dijo
al principio de los tiempos y algunos se empeñan en imponer esta soledad y
aislamiento que desquicia a las personas, rompe sus voluntades y su resistencia
al mal.
España necesita un
gran Pacto Político para salir de la crisis de valores, y hace falta un hombre
de Estado, que
se olvide de sus intereses particulares, de las encuestas de opinión, de los
medios de comunicación; que atienda únicamente al Bien Común y aúne a toda la clase
política de buena voluntad, que es mucha y sufre en su piel el desprecio del
adversario y de la sociedad, para encontrar aquello que les une, y liderar esta
nueva transición democrática hacia una regeneración en valores y sin ideologías
.
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