HACIA LA SOLEDAD
“No es bueno que
el hombre esté solo” se dijo hace muchos años, sin embargo cabría
preguntarse por qué, y a quién beneficia que el hombre esté solo. Y cabe
hacerlo porque la sociedad actual parece que empuja hacia la soledad.
Se han parado a pensar en el caso de la política de hijo
único de China. En una primera generación lleva a individuos sin hermanos. En
una segunda generación individuos sin hermanos ni tíos, ni primos, y en una
tercera generación individuos aislados y solitarios; y si el matrimonio se
rompe, viene la soledad más absoluta. Soledad que
desquicia a las personas, rompe sus voluntades y su resistencia al mal.
Pero no sólo es la política de hijo único de
China, -sobre la que ya se está dando marcha atrás- sino que también, la
Ideología de Género en Occidente conduce a la soledad. En concreto el resultado final de la
Ideología de Género es la soledad más absoluta; una situación en la que la
persona no sólo está sola, sino que no sabe quién o qué es, ni de dónde viene
ni a dónde va.
La confusión en el lenguaje y en la forma de transmitir los
afectos, que promueve la Ideología de Género produce aislamiento. No es lo
mismo la amistad que se siente por una persona, que el amor hacia el cónyuge,
hacia los padres o hacia los hijos. Y como no son iguales, requieren distintos
cauces para transmitir estos afectos. Y si se mezclan los cauces se confunden
los afectos, estos se bloquean y finalmente aparece el aislamiento.
Dos amigos se pueden saludar con un abrazo, pero cuando el
abrazo se impone como forma de saludarse entre un amigo y una amiga, la
confusión de afectos no tarda en aparecer. Y esta confusión es especialmente dañina
cuando uno de los dos ya ha adquirido compromisos.
La forma y palabras para manifestar el cariño al cónyuge no puede
ser la misma que la forma de manifestarlo a los hijos. Cuando la mujer, en su
interior, cambia el marido por los hijos, el marido se ve inducido a cambiar la
mujer por la secretaria y viceversa. Y para que esto no ocurra ambos han de
trabajar y mantener viva la comunicación. El denostado concepto de suegra en España, tiene su
raíz en una mujer que, en su interior, cambio el marido por los hijos y cuando
estos se casan, entra en conflicto con las nueras y yernos.
Cuando la sexualidad desordenada se introduce en la amistad,
en las relaciones paterno-filiales, en las relaciones entre generaciones, los
afectos se confunden y el resultado final siempre es la incomunicación. Los
afectos legítimos que proporcionan satisfacción y felicidad se bloquean, y
surge el aislamiento y la soledad. Y no es bueno que el hombre esté solo.
Recientemente se ha hablado del burkini como una forma de
opresión a la mujer, sin considerar que, a diferencia del burka, no oculta el
rostro de la persona, y que el respeto a la libertad es prioritario. Sin
embargo nadie se ha atrevido a criticar el top-less en las playas.
La sexualidad actúa de diferente forma en el hombre que en la
mujer. Se dice que el hombre se excita con la vista y la mujer con el oído.
¿Creen que un chaval de 15 a 20 años puede pasearse en una playa con abundancia
de top-less, sin sentirse afectado? Y si alguien dice que sí, cabría
preguntarle qué edad tiene. Pero si con la edad el cuerpo se insensibiliza, la
imaginación y los deseos no, y prueba de ello es el concepto de “viejo verde”. Y
ese sentirse afectado se traduce en que al chaval le resultará difícil no caer
en el vicio de la masturbación u otras formas de sexualidad precoz.
Algunos ven la masturbación como algo bueno, pero un chaval
que no lucha por evitarla no será capaz de sacar adelante una familia sin que
se le rompa. Pero claro, lo que promueven hoy día las ideologías son las
familias rotas, porque otra cosa no pueden dar. La cultura del esfuerzo la
necesitamos en todas las facetas de la vida. Y no nos olvidemos de Dios porque
Dios también existe y le necesitamos igualmente en todas las facetas de la
vida.
La ideología de género siembra confusión en la comunicación
entre las personas; en la comunicación de palabra, sentimientos y afectos.
Cuando una persona se enroca en la huida hacia delante de la ideología de género el resultado es frustración, sufrimiento, y
finalmente soledad.
Y en esa huida hacia adelante, la frustración y el
sufrimiento que genera la contradicción interior se polarizan hacia los demás,
hacia los que opinan diferente. La estigmatización puede existir y ser real,
pero no es causa sino consecuencia, y tiene su razón de ser en la aversión
natural hacia los actos contra-natura. Aversión que cuando se extiende
injustamente hacia las personas se convierte en estigmatismo. Tan injusto es
culpar a la sociedad de la contradicción interior como estigmatizar a las
personas por la aversión a los actos contra-natura.
Este mecanismo de polarización que utiliza la Ideología de
Género en su huida hacia delante, lo utiliza también con los valores de la
sociedad y las creencias religiosas. Sin embargo Dios perdona siempre, el
hombre a veces y la naturaleza nunca. Tan real es que si te tiras de un puente
te estrellas por la fuerza de la gravedad; como que si te enrocas en la huida
hacia delante de la Ideología de Género te destrozas, porque en el ADN de cada célula
de tu cuerpo está escrita tu condición de varón o mujer.
Frustración, sufrimiento, aislamiento y soledad es el punto
final de la Ideología de Género, pero cabe preguntarse ¿a quién beneficia que
el hombre esté solo? The answer, my friend, is
blowing in the wind.
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