“No
serán constitutivas de discriminación la creación o el
mantenimiento de sistemas o establecimientos de enseñanza separados para los
alumnos de sexo masculino y para los de sexo femenino, siempre que estos
sistemas o establecimientos ofrezcan facilidades equivalentes de acceso a la
enseñanza, dispongan de un personal docente igualmente calificado, así como de
locales escolares y de un equipo de igual calidad y permitan seguir los mismos
programas de estudio o programas equivalentes”. Es claro este párrafo de la UNESCO cuando define qué no es discriminación.
Sin embargo
¡qué difícil es que la ideología de
Género y el afán de adoctrinar a las generaciones futuras, dejen de imponer sistemas
educativos que generan graves problemas en la enseñanza. En alguna otra ocasión
he podido abundar en este hecho.
En
esta ocasión pasamos a exponer las aportaciones de María Calvo Charro en favor
de la Educación Diferenciada. En estos momentos en que toda la sociedad es
consciente de que hay algo que hay que cambiar, pero parece que no se acaba de
acertar o no se quiere acertar no sea que haya que coger la Ideología de Género
y meterla en mismo baúl en el que ya se encuentra el marxismo y otras antiguallas
BREVE REFERENCIA A LA EDUCACIÓN DIFERENCIADA por
María Calvo Charro en su libro Alteridad Sexual.
Como señala Anatrella, la mezcla de sexos en la escuela, sin tener
en cuenta sus diferentes necesidades
y sin una reflexión previa, dio lugar
a un ser híbrido y asexuado: el alumno. A
los profesores actualmente les falta conocimiento de las psicologías
respectivas de chicas y chicos y una verdadera pedagogía de la mezcla de sexos
(Anatrella, 2008).
Las
diferencias entre chicos y chicas pertenecen al orden natural y biológico pero
inciden directamente en su desarrollo personal, emocional e intelectual. La educación diferenciada es un método
docente capaz de superar el mito de la neutralidad sexual, tan extendido actualmente
en las aulas y fuera de ellas, y que, al margen de ideologías,
creencias o políticas determinadas, otorga
un tratamiento adecuado a niños y niñas al atender con detalle a sus
especificidades propias, lo que permite
alcanzar mejor los objetivos educativos y culturales y abre mayores
posibilidades a los alumnos, al dar la oportunidad a los docentes de trabajar con
grupos más homogéneos.
Actualmente, muchos niños y niñas se sienten incomprendidos en
unas escuelas que, bajo la influencia de la ideología de género, los consideran
fungibles y que son incapaces de dar un
tratamiento adecuado a sus peculiaridades conductuales, cognitivas y evolutivas.
La falta de atención o el desprecio hacia determinadas actitudes masculinas y femeninas
provoca frustración y desencanto en muchos
alumnos y alumnas y es injusto, pues se discrimina a ambos sexos cuando
el sistema educativo es incapaz de apreciar las diferencias sexuales en el aprendizaje,
convirtiéndolas así en límites y obstáculos a su plena realización personal.
La educación diferenciada parte de la
consideración de la alteridad sexual como un elemento esencial de la naturaleza
humana que hace a los hombres
y a las mujeres diferentes pero al mismo tiempo complementarios, y considera
que, para una colaboración, entendimiento, respeto y convivencia entre hombre y
mujer, es imprescindible el
reconocimiento de su propia diferencia.
Partiendo de una igualdad absoluta en cuanto a las metas, los objetivos, los medios y la
calidad de la enseñanza, la educación diferenciada aplica métodos docentes adecuados a las
peculiaridades de maduración, conductuales y cognitivas de cada sexo.
No se trata de una vuelta a un pasado en el que se educaba a los
muchachos para dominar el mundo y a las niñas para someterse a la voluntad masculina,
quedando injustamente relegadas al ámbito privado del hogar (según los propios dictados
de Rosseau en su libro El Emilio). Antes al contrario, el modelo de escuela diferenciada actual se opone de forma absoluta al
tradicional y anticuado modelo de escuela de roles separados, en el que se
impartía una educación diferente a cada sexo mediante la separación física y curricular
del proceso educativo de ambos grupos. La
educación diferenciada moderna parte de la idea de que no hay asignados unos
roles en la sociedad, sino que cada
hombre y mujer debe tener las mismas oportunidades para poder optar con
entera libertad por el papel que quieran desempeñar profesional y
personalmente.
El actual modelo de escuela
diferenciada es coeducativa: su objetivo es la igualdad
de oportunidades, garantizar una posibilidad real para niños y niñas
de alcanzar los mismos objetivos y metas en lo profesional y lo personal. Una
escuela que considera que las
diferencias entre los sexos son siempre enriquecedoras y que lo que hay que eliminar son las
discriminaciones. Una escuela que tiene como objetivo la eliminación de estereotipos entre sexos,
superando las desigualdades sociales
y las jerarquías culturales entre hombres
y mujeres.
Los más recientes descubrimientos científicos también avalan este modelo pedagógico. Los neurólogos afirman que, en la
medida en que el cerebro de niños y
niñas sigue diferentes ritmos de maduración y utiliza estrategias cognitivas
diferentes para llegar a las mismas
metas, precisan unos y otras de técnicas de aprendizaje adaptadas a sus
especificidades. Diversos estudios científicos sobre las diferencias cerebrales
de niños y niñas demuestran que existen
metodologías docentes válidas para los muchachos que, sin embargo, pueden
frustrar o perjudicar a las niñas. Y viceversa. Lo que estimula a las niñas
muchas veces no es eficaz con los niños (http://www.whygendermatters.com) (Kimura,
2005; Calvo, 2009; Gurian, 2006).
La educación diferenciada actual es una mezcla equilibrada y perfecta de tradición y progreso, de sentido común y ciencia, de naturaleza y cultura. Los colegios diferenciados en España,
algunos con más de cincuenta años de experiencia, no se han quedado anclados en el pasado, antes al contrario, han sido capaces de incorporar los nuevos
progresos de la ciencia y las actuales sensibilidades culturales ( www.easse.org ).
Desde el
punto de vista organizativo, existen varios modelos:
1. Colegios mixtos con clases diferenciadas por sexo únicamente
en determinadas materias y edades (por ejemplo, separación en secundaria en las
clases de matemáticas, lengua y gimnasia) donde los espacios y tiempos comunes son
muchos (recreo; comedor; música; otras clases...).
2. Colegios mixtos donde los niños y niñas van a clases separadas
en todas las asignaturas pero compartiendo espacios comunes de descanso (recreo
y comedor).
3. Colegios diferenciados en los que niños y niñas están separados
durante toda la jornada escolar sin tener espacios en común.
No
obstante, las diferencias sexuales en el aprendizaje también pueden recibir
adecuada atención en clases mixtas. En este
caso se requerirá algo más de habilidad
por parte de los docentes, pero los resultados y la excelente respuesta por
parte de los alumnos compensarán sin duda con creces el esfuerzo que haya de realizarse.
Niños y niñas se benefician de la separación porque se respetan sus propios ritmos biológicos y de aprendizaje, se refuerza su autoestima
y desarrollan más libremente sus capacidades ( http://www.diferenciada.org/section.php?id=19&id_element=736 ).
Sin la
presencia del sexo opuesto se sienten más libres para expresar sus emociones y
contar sus experiencias personales. Se
liberan de estereotipos, no existen
asignaturas típicas de chicos o de chicas. Todas las materias tienen la misma
consideración, tanto el área científica como la humanística. En colegios de un único sexo todos son
capaces de todo, no hay roles y se atreven igual con las matemáticas que con la
lengua, con el fútbol que con el baile. En general, los resultados en colegios de educación diferenciada son considerablemente
mejores, hasta 1/3 más elevados, que
en los mixtos
En este
ambiente sus dotes de liderazgo se desarrollan con entera libertad, no temen hacer
preguntas o intervenir en clase y se atreven a bromear con los profesores sin miedo
a hacer el ridículo. Se liberan de
complejos y preocupaciones sobre parecer interesante al sexo opuesto. Les preocupa más lo que pone en la pizarra
que su aspecto físico. Apuestan por lo académico. Su autoestima se basa en factores como las amistades, la buena relación
con los padres o los logros académicos. Sencillamente, son ellos mismos.
En varios países desarrollados se ha abierto un intenso debate público sobre la
eficacia de la educación diferenciada, sus ventajas y desventajas están
siendo analizadas en profundidad. Y en muchos de ellos la discusión y el análisis ha dejado ya paso a la adopción de medidas
concretas, como la creación de colegios públicos «singlesex» o la separación
dentro de un mismo colegio de clases de niños y clases de niñas durante
determinadas edades http://www.easse.org/es/europe
).
Como ejemplo,
podemos citar el caso de Nueva Gales del Sur, el estado con más población
de Australia, donde las solicitudes de plaza en escuelas públicas mixtas se redujo,
ya en el 2001, en un 50% (Green, 2004). Australian Bureau of Statistics (2014
Otro
ejemplo lo encontramos en los Lander alemanes de Berlín, Hamburgo y
Renania del Norte-Westfalia, donde, desde 1998, después de una seria
investigación, se autorizaron las clases diferenciadas por sexo. En Baviera, el
25% de las escuelas públicas ofrece materias donde los alumnos son solo chicos
o chicas. En este Land hay 86 colegios femeninos creados a instancia de los
padres, Y también Hamburgo se ha unido a esta experiencia recientemente (F. Sommerkorn,
1995). Los tribunales alemanes vienen
avalando la legitimidad de la educación diferenciada en centros con pleno reconocimiento
legal y asistidos con fondo público. En la actualidad es usual oír hablar en
ámbitos pedagógicos de un nuevo concepto, la
«coeducación reflexiva», que sostiene que, durante determinados períodos del desarrollo de los alumnos
(especialmente durante la pubertad) o para la enseñanza de determinadas materias,
conviene establecer clases divididas por sexos, que ahorran además los
problemas que se presentan adicionalmente en clases mixtas como consecuencia de
la atracción entre sexos a esas edades. El
Instituto Pedagógico de Kiel realizó un estudio en Berlín, Hamburgo y la
Baja Sajonia y, apoyándose en los resultados académicos obtenidos, demostraba que, cuando alumnos y
alumnas eran separados para recibir enseñanza en determinadas materias, tanto el interés como las calificaciones
mejoraban de forma significativa.
En Estados Unidos, en el año
2006 se llevó a
cabo una reforma de la «No Child Behind Act» determinante para la implementación
de experiencias «single-sex» en las escuelas públicas o que reciben algún tipo
de financiación pública. Stephanie
Monroe, encargada de la defensa de los derechos civiles en el Departamento de
Educación, explica que el apoyo a los centros públicos single-sex se debe en
parte a la necesidad de que el acceso a este tipo de centros no sea una opción
elitista, solo asumible por familias capaces de pagar un centro privado, sino
que resulte accesible a toda la población, sea cual sea su nivel de ingresos u
origen social http://www.ywln.org/
Un dato significativo es que
las mujeres norteamericanas que han llegado a lo más alto, a romper lo que allí
llaman «el techo de mármol», han
estudiado en colegios solo para mujeres. Nancy Pelosi (la primera mujer portavoz de la Casa Blanca), Sally Ride (primera mujer que viajó al espacio),
Madeleine Albright (primera mujer Secretaria
de Estado), Condoleezza Rice
(primera mujer responsable de la Seguridad Nacional y luego también Secretaria
de Estado), Drew Gilpin Faust (única
mujer Presidenta de Harvard), Christine
Todd Whitman (primera mujer gobernadora de un Estado), Hillary Clinton (actual Secretaria de Estado), todas ellas tienen en común haber estudiado en un
colegio femenino. Y podría pensarse que han llegado tan arriba por estudiar
en un colegio privado, pero solo el 7%
de los colegios privados norteamericanos son diferenciados por sexos, lo cual indica
que los colegios solo para mujeres potencian el liderazgo femenino. Esas
mujeres no han salido del 93% de los colegios privados mixtos, sino del 7% de
los que son solo para chicas.
Dan Lips, analista de la Fundación Heritage, considera
que es una excelente decisión del Gobierno de los Estados Unidos, ya que concede
mayores opciones a los padres para elegir el sistema educativo que consideran más
adecuado para sus hijos. En la actualidad la
educación diferenciada se imparte en más de 500 escuelas públicas en todo EEUU.
Especialmente significativas por su
éxito son las escuelas públicas situadas en zonas marginales, donde los
alumnos pertenecen a minorías y cuyas familias viven en los umbrales de la pobreza.
Sin embargo, las primeras promociones han accedido en un 100% a universidades
de prestigio http://www.ywln.org/all-girls-school
http://www.urbanprep.org/
En 2007, el Departamento de Educación, en un minucioso estudio, tras la
consideración de las 40 mejores investigaciones realizadas, seleccionadas entre
2.000 publicaciones de investigaciones que comparaban la educación diferenciada
y la mixta, llegaba a la siguiente
conclusión:
«La educación diferenciada por sexo es una práctica educativa
muy prometedora... Tenemos razones de peso para concluir que la educación
single-sex ayudará a mejorar los resultados académicos de los alumnos en los
EEUU » (Final Report
of the US Department of Education s systematic review of research, 2007)
En Gran Bretaña, la red escolar
está formada por centros masculinos,
femeninos y mixtos con la misma consideración. Como es sobradamente conocido, los más prestigiosos colegios son
diferenciados. Existe en este país una tradición arraigada de este tipo de escuelas.
Al respecto, es destacable el estudio
realizado por la International Organization for the Development of Freedom
Education (OIDEL), que concluye que, entre las primeras 50 mejores escuelas
del Reino Unido, 36 son diferenciadas. Aún así en diciembre de 2004, el
Ministro David Miliband (School Standards Minister), declaró la necesidad de insistir en los beneficios derivados para los
jóvenes de una educación en colegios diferenciados. Esta insistencia parte de la reciente publicación de un
informe, resultado de cuatro años de investigación, de la Facultad de Educación
de la Universidad de Cambridge, en el
que se analizan pormenorizadamente los beneficios que resultan de la educación diferenciada
frente al sistema de educación mixta.
En Francia la educación mixta comenzó a cuestionarse seriamente
a partir de la publicación del controvertido libro del sociólogo (especialista en
temas de adolescencia, juventud y familia) Michel
Fize (2003), «Las trampas de la educación mixta» , donde expone cómo la
educación mixta en el país galo no ha conseguido asegurar la igualdad de
oportunidades ni de sexos (
En Québec, el prestigioso Consejo Superior de la Educación, en un
informe de 1998, estimó necesaria una
radical reforma pedagógica encaminada a separar chicas y chicos en las escuelas.
Medida que de hecho ya se está aplicando.
Canadá cuenta con 140 escuelas diferenciadas.
Como en otros países, no faltan razones de eficacia para el mantenimiento de
este tipo de educación. Según el informe del instituto Frazer sobre las escuelas
de Secundaria de Ontario, publicado en 2003, 10 de las 16 escuelas con mejores calificaciones académicas son de
educación diferenciada (S. Blakesley, 2013).
En Suiza el debate se reabrió en 1993 a raíz de una
Conferencia de Directores Cantonales de Educación. En las conclusiones
finales se proponía que, para eliminar los
estereotipos y atender mejor a las necesidades de las chicas, era preciso adoptar
las medidas que fueran necesarias, incluyendo
la separación de sexos, con el fin de lograr
una enseñanza individualizada y diferenciada.
En Nueva Zelanda, el Ministro de Educación, recientemente, ha
creado un «think tank» para investigar las razones por las que los niños
obtienen bastante peores calificaciones que las niñas en secundaria. Todo
parece indicar que el menor rendimiento académico de los varones está íntimamente relacionado con el sistema de
clases mixtas (The New Zealand Herald; abril 2005).
En Escocia las
estadísticas del gobierno demuestran que el
55% de las chicas de menos de 21 años accedieron a la educación superior el
año 2002-2003, mientras que solo el 42%
de los chicos lo hicieron. El primer
ministro de Escocia, Jack McConnell, ha decidido experimentar con clases de un
solo sexo (Scotsman; 14/9/2004).
En Suecia, en julio
de 2004, la parlamentaria Chris Heister,
presidenta de la Comisión para el Estudio de la Educación, publicó un informe con el título: «Todos somos diferentes». Este
estudio considera como principal causa del fracaso escolar el empeño por
despreciar las diferencias entre sexos. «Se ha demostrado que las niñas entre
los 7 y 15 años asimilan con más rapidez que los niños. Mientras que, en la secundaria,
tienen mayores dificultades que los chicos. Por otra parte, hay que tener en
cuenta que las chicas alcanzan la madurez mucho antes que los chicos, y aunque
tengan la misma edad no se les puede tratar igual». El informe finaliza recomendando clases diferenciadas, «porque no
es lícito imponer conductas o modelos idénticos a ambos sexos>>.
En Japón, de las 402
escuelas diferenciadas, 380 son escuelas públicas. Entre los países asiáticos
también Corea del Sur tiene 1.483 escuelas
diferenciadas, de las cuales 703 pertenecen al sistema público (A. L. Miller. American
Joumal of Education, Vol. 120, n. 3 (May 2014).
Estamos presenciando la implantación seria y definitiva de un nuevo modelo
pedagógico, cuya fuerza arranca de sus propias ventajas, demostradas
empíricamente, Y de su fuerte aceptación social, al margen de ideologías, creencias
o tendencias.
La clave del éxito de la educación diferenciada, afirman los
expertos, radica en el equilibrio entre
el reconocimiento de la diferencia y la garantía de la igualdad de oportunidades
entre sexos.
La
educación diferenciada constituye una
tendencia imparable, a pesar de la oposición ideologizada de algunos sectores
de la sociedad, y es una magnífica opción pedagógica y educativa, cooavalan sus
resultados. Según Cristina Hoff Sommers,
autora de «The War against Boys: How Misguided Feminism Is Harming Our Young
Mem> (2000) y profesora en el American Enterprise Institute f or Public
Policy Research: «La educación diferenciada es la idea más progresista que existe actualmente
en el ámbito educativo. El siglo XXI será el siglo de la educación
diferenciada».
Pero no es la única opción válida. Como
tampoco debería serlo la educación mixta. Ningún modelo es perfecto para todos
los alumnos. La educación diferenciada por sexo, como la mixta, debería ser una
opción accesible para todos los niños, no solo para aquellos cuyos padres pueden
permitirse el lujo de pagar un centro privado.
Si la igualdad es realmente un objetivo fundamental
de la educación pública, entonces los colegios
públicos deberían poder permitirse el lujo de superar sus desventajas
históricas concediéndoles las mismas oportunidades que históricamente han
tenido los colegios privados, como la de ofrecer
clases diferenciadas por sexo. Si la educación diferenciada está dando buenos resultados, ¿por qué
reservarla solo a aquellos que pueden pagarla? La diversidad y la
pluralidad de modelos educativos es la fuerza
que vertebra la verdadera libertad de enseñanza en los sistemas democráticos.
Por medio de este modelo docente, la defensa de la idéntica dignidad y de los
valores comunes se armoniza con el reconocimiento de la diferencia y la reciprocidad.
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