miércoles, 10 de agosto de 2016

EDUCACIÓN DIFERENCIADA


 


 

No serán constitutivas de discriminación la creación o el mantenimiento de sistemas o establecimientos de enseñanza separados para los alumnos de sexo masculino y para los de sexo femenino, siempre que estos sistemas o establecimientos ofrezcan facilidades equivalentes de acceso a la enseñanza, dispongan de un personal docente igualmente calificado, así como de locales escolares y de un equipo de igual calidad y permitan seguir los mismos programas de estudio o programas equivalentes”. Es claro este párrafo de la UNESCO cuando define qué no es discriminación.

Sin embargo ¡qué difícil es que la ideología de Género y el afán de adoctrinar a las generaciones futuras, dejen de imponer sistemas educativos que generan graves problemas en la enseñanza. En alguna otra ocasión he podido abundar en este hecho.

En esta ocasión pasamos a exponer las aportaciones de María Calvo Charro en favor de la Educación Diferenciada. En estos momentos en que toda la sociedad es consciente de que hay algo que hay que cambiar, pero parece que no se acaba de acertar o no se quiere acertar no sea que haya que coger la Ideología de Género y meterla en mismo baúl en el que ya se encuentra el marxismo y otras antiguallas

 

BREVE REFERENCIA A LA EDUCACIÓN DIFERENCIADA por María Calvo Charro en su libro Alteridad Sexual.

 

Como señala Anatrella, la mezcla de sexos en la escuela, sin tener en cuenta sus diferentes necesidades y sin una reflexión previa, dio lugar a un ser híbrido y asexuado: el alumno. A los profesores actualmente les falta conocimiento de las psicologías respectivas de chicas y chicos y una verdadera pedagogía de la mezcla de sexos (Anatrella, 2008).

Las diferencias entre chicos y chicas pertenecen al orden natural y biológico pero inciden directamente en su desarrollo personal, emocional e intelectual. La educación diferenciada es un método docente capaz de superar el mito de la neutralidad sexual, tan extendido actualmente en las aulas y fuera de ellas, y que, al margen de ideologías, creencias o políticas determinadas, otorga un tratamiento adecuado a niños y niñas al atender con detalle a sus especificidades propias, lo que permite alcanzar mejor los objetivos educativos y culturales y abre mayores posibilidades a los alumnos, al dar la oportunidad a los docentes de trabajar con grupos más homogéneos.

Actualmente, muchos niños y niñas se sienten incomprendidos en unas escuelas que, bajo la influencia de la ideología de género, los consideran fungibles y que son incapaces de dar un tratamiento adecuado a sus peculiaridades conductuales, cognitivas y evolutivas. La falta de atención o el desprecio hacia determinadas actitudes masculinas y femeninas provoca frustración y desencanto en muchos alumnos y alumnas y es injusto, pues se discrimina a ambos sexos cuando el sistema educativo es incapaz de apreciar las diferencias sexuales en el aprendizaje, convirtiéndolas así en límites y obstáculos a su plena realización personal.

La educación diferenciada parte de la consideración de la alteridad sexual como un elemento esencial de la naturaleza humana que hace a los hombres y a las mujeres diferentes pero al mismo tiempo complementarios, y considera que, para una colaboración, entendimiento, respeto y convivencia entre hombre y mujer, es imprescindible el reconocimiento de su propia diferencia.

Partiendo de una igualdad absoluta en cuanto a las metas, los objetivos, los medios y la calidad de la enseñanza, la educación diferenciada aplica métodos docentes adecuados a las peculiaridades de maduración, conductuales y cognitivas de cada sexo.

No se trata de una vuelta a un pasado en el que se educaba a los muchachos para dominar el mundo y a las niñas para someterse a la voluntad masculina, quedando injustamente relegadas al ámbito privado del hogar (según los propios dictados de Rosseau en su libro El Emilio). Antes al contrario, el modelo de escuela diferenciada actual se opone de forma absoluta al tradicional y anticuado modelo de escuela de roles separados, en el que se impartía una educación diferente a cada sexo mediante la separación física y curricular del proceso educativo de ambos grupos. La educación diferenciada moderna parte de la idea de que no hay asignados unos roles en la sociedad, sino que cada hombre y mujer debe tener las mismas oportunidades para poder optar con entera libertad por el papel que quieran desempeñar profesional y personalmente.

El actual modelo de escuela diferenciada es coeducativa: su objetivo es la igualdad de oportunidades, garantizar una posibilidad real para niños y niñas de alcanzar los mismos objetivos y metas en lo profesional y lo personal. Una escuela que considera que las diferencias entre los sexos son siempre enriquecedoras y que lo que hay que eliminar son las discriminaciones. Una escuela que tiene como objetivo la eliminación de estereotipos entre sexos, superando las desigualdades sociales y las jerarquías culturales entre hombres y mujeres.

Los más recientes descubrimientos científicos también avalan este modelo pedagógico. Los neurólogos afirman que, en la medida en que el cerebro de niños y niñas sigue diferentes ritmos de maduración y utiliza estrategias cognitivas diferentes para llegar a las mismas metas, precisan unos y otras de técnicas de aprendizaje adaptadas a sus especificidades. Diversos estudios científicos sobre las diferencias cerebrales de niños y niñas demuestran que existen metodologías docentes válidas para los muchachos que, sin embargo, pueden frustrar o perjudicar a las niñas. Y viceversa. Lo que estimula a las niñas muchas veces no es eficaz con los niños (http://www.whygendermatters.com) (Kimura, 2005; Calvo, 2009; Gurian, 2006).

La educación diferenciada actual es una mezcla equilibrada y perfecta de tradición y progreso, de sentido común y ciencia, de naturaleza y cultura. Los colegios diferenciados en España, algunos con más de cincuenta años de experiencia, no se han quedado anclados en el pasado, antes al contrario, han sido capaces de incorporar los nuevos progresos de la ciencia y las actuales sensibilidades culturales ( www.easse.org ).

Desde el punto de vista organizativo, existen varios modelos:

1. Colegios mixtos con clases diferenciadas por sexo únicamente en determinadas materias y edades (por ejemplo, separación en secundaria en las clases de matemáticas, lengua y gimnasia) donde los espacios y tiempos comunes son muchos (recreo; comedor; música; otras clases...).

2. Colegios mixtos donde los niños y niñas van a clases separadas en todas las asignaturas pero compartiendo espacios comunes de descanso (recreo y comedor).

3. Colegios diferenciados en los que niños y niñas están separados durante toda la jornada escolar sin tener espacios en común.

No obstante, las diferencias sexuales en el aprendizaje también pueden recibir adecuada atención en clases mixtas. En este caso se requerirá algo más de habilidad por parte de los docentes, pero los resultados y la excelente respuesta por parte de los alumnos compensarán sin duda con creces el esfuerzo que haya de realizarse.

Niños y niñas se benefician de la separación porque se respetan sus propios ritmos biológicos y de aprendizaje, se refuerza su autoestima y desarrollan más libremente sus capacidades ( http://www.diferenciada.org/section.php?id=19&id_element=736 ).

Sin la presencia del sexo opuesto se sienten más libres para expresar sus emociones y contar sus experiencias personales. Se liberan de estereotipos, no existen asignaturas típicas de chicos o de chicas. Todas las materias tienen la misma consideración, tanto el área científica como la humanística. En colegios de un único sexo todos son capaces de todo, no hay roles y se atreven igual con las matemáticas que con la lengua, con el fútbol que con el baile. En general, los resultados en colegios de educación diferenciada son considerablemente mejores, hasta 1/3 más elevados, que en los mixtos





En este ambiente sus dotes de liderazgo se desarrollan con entera libertad, no temen hacer preguntas o intervenir en clase y se atreven a bromear con los profesores sin miedo a hacer el ridículo. Se liberan de complejos y preocupaciones sobre parecer interesante al sexo opuesto. Les preocupa más lo que pone en la pizarra que su aspecto físico. Apuestan por lo académico. Su autoestima se basa en factores como las amistades, la buena relación con los padres o los logros académicos. Sencillamente, son ellos mismos.

En varios países desarrollados se ha abierto un intenso debate público sobre la eficacia de la educación diferenciada, sus ventajas y desventajas están siendo analizadas en profundidad. Y en muchos de ellos la discusión y el análisis ha dejado ya paso a la adopción de medidas concretas, como la creación de colegios públicos «single­sex» o la separación dentro de un mismo colegio de clases de niños y clases de niñas durante determinadas edades http://www.easse.org/es/europe ).

Como ejemplo, podemos citar el caso de Nueva Gales del Sur, el estado con más población de Australia, donde las solicitudes de plaza en escuelas públicas mixtas se redujo, ya en el 2001, en un 50% (Green, 2004). Australian Bureau of Statistics (2014

Otro ejemplo lo encontramos en los Lander alemanes de Berlín, Hamburgo y Renania del Norte-Westfalia, donde, desde 1998, después de una seria investigación, se autorizaron las clases diferenciadas por sexo. En Baviera, el 25% de las escuelas públicas ofrece materias donde los alumnos son solo chicos o chicas. En este Land hay 86 colegios femeninos creados a instancia de los padres, Y también Hamburgo se ha unido a esta experiencia recientemente (F. Sommerkorn, 1995). Los tribunales alemanes vienen avalando la legitimidad de la educación diferenciada en centros con pleno reconocimiento legal y asistidos con fondo público. En la actualidad es usual oír hablar en ámbitos pedagógicos de un nuevo concepto, la «coeducación reflexiva», que sostiene que, durante determinados períodos del desarrollo de los alumnos (especialmente durante la pubertad) o para la enseñanza de determinadas materias, conviene establecer clases divididas por sexos, que ahorran además los problemas que se presentan adicionalmente en clases mixtas como consecuencia de la atracción entre sexos a esas edades. El Instituto Pedagógico de Kiel realizó un estudio en Berlín, Hamburgo y la Baja Sajonia y, apoyándose en los resultados académicos obtenidos, demostraba que, cuando alumnos y alumnas eran separados para recibir enseñanza en determinadas materias, tanto el interés como las calificaciones mejoraban de forma significativa.

En Estados Unidos, en el año 2006 se llevó a cabo una reforma de la «No Child Behind Act» determinante para la implementación de experiencias «single-sex» en las escuelas públicas o que reciben algún tipo de financiación pública. Stephanie Monroe, encargada de la defensa de los derechos civiles en el Departamento de Educación, explica que el apoyo a los centros públicos single-sex se debe en parte a la necesidad de que el acceso a este tipo de centros no sea una opción elitista, solo asumible por familias capaces de pagar un centro privado, sino que resulte accesible a toda la población, sea cual sea su nivel de ingresos u origen social http://www.ywln.org/

Un dato significativo es que las mujeres norteamericanas que han llegado a lo más alto, a romper lo que allí llaman «el techo de mármol», han estudiado en colegios solo para mujeres. Nancy Pelosi (la primera mujer portavoz de la Casa Blanca), Sally Ride (primera mujer que viajó al espacio), Madeleine Albright (primera mujer Secretaria de Estado), Condoleezza Rice (primera mujer responsable de la Seguridad Nacional y luego también Secretaria de Estado), Drew Gilpin Faust (única mujer Presidenta de Harvard), Christine Todd Whitman (primera mujer gobernadora de un Estado), Hillary Clinton (actual Secretaria de Estado), todas ellas tienen en común haber estudiado en un colegio femenino. Y podría pensarse que han llegado tan arriba por estudiar en un colegio privado, pero solo el 7% de los colegios privados norteamericanos son diferenciados por sexos, lo cual indica que los colegios solo para mujeres potencian el liderazgo femenino. Esas mujeres no han salido del 93% de los colegios privados mixtos, sino del 7% de los que son solo para chicas.

Dan Lips, analista de la Fundación Heritage, considera que es una excelente decisión del Gobierno de los Estados Unidos, ya que concede mayores opciones a los padres para elegir el sistema educativo que consideran más adecuado para sus hijos. En la actualidad la educación diferenciada se imparte en más de 500 escuelas públicas en todo EEUU. Especialmente significativas por su éxito son las escuelas públicas situadas en zonas marginales, donde los alumnos pertenecen a minorías y cuyas familias viven en los umbrales de la pobreza. Sin embargo, las primeras promociones han accedido en un 100% a universidades de prestigio http://www.ywln.org/all-girls-school 


http://www.urbanprep.org/


En 2007, el Departamento de Educación, en un minucioso estudio, tras la consideración de las 40 mejores investigaciones realizadas, seleccionadas entre 2.000 publicaciones de investigaciones que comparaban la educación diferenciada y la mixta, llegaba a la siguiente conclusión:

«La educación diferenciada por sexo es una práctica educativa muy prometedora... Tenemos razones de peso para concluir que la educación single-sex ayudará a mejorar los resultados académicos de los alumnos en los EEUU » (Final Report of the US Department of Education s systematic review of research, 2007)

En Gran Bretaña, la red escolar está formada por centros masculinos, femeninos y mixtos con la misma consideración. Como es sobradamente conocido, los más prestigiosos colegios son diferenciados. Existe en este país una tradición arraigada de este tipo de escuelas. Al respecto, es destacable el estudio realizado por la International Organization for the Development of Freedom Education (OIDEL), que concluye que, entre las primeras 50 mejores escuelas del Reino Unido, 36 son diferenciadas. Aún así en diciembre de 2004, el Ministro David Miliband (School Standards Minister), declaró la necesidad de insistir en los beneficios derivados para los jóvenes de una educación en colegios diferenciados. Esta insistencia parte de la reciente publicación de un informe, resultado de cuatro años de investigación, de la Facultad de Educación de la Universidad de Cambridge, en el que se analizan pormenorizadamente los beneficios que resultan de la educación diferenciada frente al sistema de educación mixta.

En Francia la educación mixta comenzó a cuestionarse seriamente a partir de la publicación del controvertido libro del sociólogo (especialista en temas de adolescencia, juventud y familia) Michel Fize (2003), «Las trampas de la educación mixta» , donde expone cómo la educación mixta en el país galo no ha conseguido asegurar la igualdad de oportunidades ni de sexos (


En Québec, el prestigioso Consejo Superior de la Educación, en un informe de 1998, estimó necesaria una radical reforma pedagógica encaminada a separar chicas y chicos en las escuelas. Medida que de hecho ya se está aplicando. Canadá cuenta con 140 escuelas diferenciadas. Como en otros países, no faltan razones de eficacia para el mantenimiento de este tipo de educación. Según el informe del instituto Frazer sobre las escuelas de Secundaria de Ontario, publicado en 2003, 10 de las 16 escuelas con mejores calificaciones académicas son de educación diferenciada (S. Blakesley, 2013).

En Suiza el debate se reabrió en 1993 a raíz de una Conferencia de Directores Cantonales de Educación. En las conclusiones finales se proponía que, para eliminar los estereotipos y atender mejor a las necesidades de las chicas, era preciso adoptar las medidas que fueran necesarias, incluyendo la separación de sexos, con el fin de lograr una enseñanza individualizada y diferenciada.

En Nueva Zelanda, el Ministro de Educación, recientemente, ha creado un «think tank» para investigar las razones por las que los niños obtienen bastante peores calificaciones que las niñas en secundaria. Todo parece indicar que el menor rendimiento académico de los varones está íntimamente relacionado con el sistema de clases mixtas (The New Zealand Herald; abril 2005).

En Escocia las estadísticas del gobierno demuestran que el 55% de las chicas de menos de 21 años accedieron a la educación superior el año 2002-2003, mientras que solo el 42% de los chicos lo hicieron. El primer ministro de Escocia, Jack McConnell, ha decidido experimentar con clases de un solo sexo (Scotsman; 14/9/2004).

En Suecia, en julio de 2004, la parlamentaria Chris Heister, presidenta de la Comisión para el Estudio de la Educación, publicó un informe con el título: «Todos somos diferentes». Este estudio considera como principal causa del fracaso escolar el empeño por despreciar las diferencias entre sexos. «Se ha demostrado que las niñas entre los 7 y 15 años asimilan con más rapidez que los niños. Mientras que, en la secundaria, tienen mayores dificultades que los chicos. Por otra parte, hay que tener en cuenta que las chicas alcanzan la madurez mucho antes que los chicos, y aunque tengan la misma edad no se les puede tratar igual». El informe finaliza recomendando clases diferenciadas, «porque no es lícito imponer conductas o modelos idénticos a ambos sexos>>.

En Japón, de las 402 escuelas diferenciadas, 380 son escuelas públicas. Entre los países asiáticos también Corea del Sur tiene 1.483 escuelas diferenciadas, de las cuales 703 pertenecen al sistema público (A. L. Miller. American Joumal of Education, Vol. 120, n. 3 (May 2014).

Estamos presenciando la implantación seria y definitiva de un nuevo modelo pedagógico, cuya fuerza arranca de sus propias ventajas, demostradas empíricamente, Y de su fuerte aceptación social, al margen de ideologías, creencias o tendencias.

La clave del éxito de la educación diferenciada, afirman los expertos, radica en el equilibrio entre el reconocimiento de la diferencia y la garantía de la igualdad de oportunidades entre sexos.

La educación diferenciada constituye una tendencia imparable, a pesar de la oposición ideologizada de algunos sectores de la sociedad, y es una magnífica opción pedagógica y educativa, cooavalan sus resultados. Según Cristina Hoff Sommers, autora de «The War against Boys: How Misguided Feminism Is Harming Our Young Mem> (2000) y profesora en el American Enterprise Institute f or Public Policy Research: «La educación diferenciada es la idea más progresista que existe actualmente en el ámbito educativo. El siglo XXI será el siglo de la educación diferenciada».

Pero no es la única opción válida. Como tampoco debería serlo la educación mixta. Ningún modelo es perfecto para todos los alumnos. La educación diferenciada por sexo, como la mixta, debería ser una opción accesible para todos los niños, no solo para aquellos cuyos padres pueden permitirse el lujo de pagar un centro privado.

Si la igualdad es realmente un objetivo fundamental de la educación pública, entonces los colegios públicos deberían poder permitirse el lujo de superar sus desventajas históricas concediéndoles las mismas oportunidades que históricamente han tenido los colegios privados, como la de ofrecer clases diferenciadas por sexo. Si la educación diferenciada está dando buenos resultados, ¿por qué reservarla solo a aquellos que pueden pagarla? La diversidad y la pluralidad de modelos educativos es la fuerza que vertebra la verdadera libertad de enseñanza en los sistemas democráticos. Por medio de este modelo docente, la defensa de la idéntica dignidad y de los valores comunes se armoniza con el reconocimiento de la diferencia y la reciprocidad.
 

 

 

 

 

 


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