Y es que la
Ideología de Género tuvo su devenir en el proceso de fermentación del feminismo,
inicialmente legítimo pero después convertido en el más rancio de los
hembrismos.
Junto a los planteamientos de Simone de Beauvoir en Francia y los de algunas de las primeras feministas como Sulamith Firestone, Alison Jagger o Germaine Greer están los de Judith Butler que los lleva a extremos radicales: “Comprender el Género como una categoría histórica es aceptar que el género, entendido como una forma cultural de configurar el cuerpo, está abierto a su continua reforma, y que la anatomía y el sexo no existen sin un marco cultural. Términos como masculino y femenino son notoriamente intercambiables; los términos para designar el género nunca se establecen de una vez por todas, sino que están siempre en el proceso de estar siendo rehechos…Se puede ser hombre con un cuerpo de mujer y se puede ser mujer con un cuerpo de hombre ”.
Junto a los planteamientos de Simone de Beauvoir en Francia y los de algunas de las primeras feministas como Sulamith Firestone, Alison Jagger o Germaine Greer están los de Judith Butler que los lleva a extremos radicales: “Comprender el Género como una categoría histórica es aceptar que el género, entendido como una forma cultural de configurar el cuerpo, está abierto a su continua reforma, y que la anatomía y el sexo no existen sin un marco cultural. Términos como masculino y femenino son notoriamente intercambiables; los términos para designar el género nunca se establecen de una vez por todas, sino que están siempre en el proceso de estar siendo rehechos…Se puede ser hombre con un cuerpo de mujer y se puede ser mujer con un cuerpo de hombre ”.
¡ Qué trauma infantil debieron sufrir estas mujeres para llegar a decir lo que dijeron! Quizá nunca, nadie, les “regaló una estrella” o les dijo: ¡“tienes cara de princesa”!, o les contó aquello de las golondrinas que se van y luego vuelven ¡Ay!, ¡si revitalizásemos el “piropo español”! ¡Otro gallo cantaría! Ese piropo sano, caballeresco, generador de autoestima, capaz de ver la “punta del iceberg” de la belleza, del encanto femenino. Capaz de descubrir Dulcineas dónde sólo hay Aldonzas Lorenzo, poesía dónde sólo hay texto inconexo…
Pero,
sigamos hablando de la Neutralidad Sexual con textos serios y sin ironía,
textos como los de María Calvo en su libro "Alteridad Sexual. Razones frente a
la Ideología de Género". Esta especie de heroína llamada a rescatar a los
varones de las garras de ese “hembrismo trasnochado con aires de bruja”.
Y como decía
la canción del grupo Santabarbara Le llamaban Charlie, la encontré en la calle
tendida y lloró de hambre, temblorosa y perdida casi sin vida. ¡oh! ¡charlie, ¡Charlie!
LA NEUTRALIDAD
SEXUAL EN LAS ESCUELAS Y SUS CONSECUENCIAS PRÁCTICAS La neutralidad
sexual ha calado con enorme fuerza en todos los ámbitos de nuestra
sociedad, llegando incluso a afectar a las más elevadas instancias políticas y
administrativas. Los centros escolares no se han librado de ello. La implementación
de esta ideología en las escuelas presupone una
igualdad absoluta en el trato a niños y niñas. Como afirmó la Presidenta de Islandia,
Vigdis Finnbogadottir, en una conferencia preparatoria a la reunión de Naciones
Unidas en Pekín: «La educación es una estrategia importante para cambiar los prej uicios
sobre los roles
del hombre y la mujer en la sociedad, para asegurar así que niñas
y niños hagan una selección profesional
informada, y no en base
a los tradicionales prej uicios sobre el género». Los defensores de la perspectiva de género sostienen,
también, que las niñas deben ser orientadas hacia áreas no tradicionales, y no
se las debe exponer a la imagen de la mujer como esposa o madre ni se les debe
involucrar en actividades femeninas tradicionales.
Pero los graves
problemas personales y académicos que actualmente presentan nuestros niños y
jóvenes nos obligan a «repensar» esta idea de
igualdad.
La
negación de la feminidad y de la masculinidad, el trato idéntico a niños y niñas en las escuelas y su consideración como seres neutros y
sexualmente polimorfos, está
provocando el desconcierto y frustración de niños y jóvenes, que se encuentran desubicados. Y sus negativas consecuencias están comenzando a manifestarse en forma
de fracaso escolar, absentismo, conflictos de convivencia en las aulas,
violencia entre los alumnos, faltas graves de respeto hacia los profesores, así
como en un incremento preocupante de las cifras de niños y niñas
afectados por problemas psíquicos que no sabemos muy bien a qué responden o cómo deben ser
tratados. Muchos niños y niñas viven así su etapa escolar incomprendidos y
«desajustados».
En
la niñez y adolescencia la identidad personal, masculina o
femenina, todavía no se ha constituido adecuadamente, les falta madurez, experiencia de la
vida para saber integrar todos los elementos que están en juego en una relación
interpersonal. La estabilidad emocional de algunos
niños se ve afectada por la convivencia escolar constante con el sexo opuesto en un
ambiente impregnado por la ideología de género fortísimamente sexualizado. Diversas investigaciones al respecto
están dando cifras preocupantes de depresiones en niños y jóvenes que suelen manifestarse con un bloqueo en los estudios que nadie se explica.
Reconocer la existencia de una feminidad y una
masculinidad nos permite aceptar asimismo la-existencia de diferentes formas de comportarse, comprender y aprender de niños y niñas. Ignorar estas diferencias en la maduración, en la socialización y
en las capacidades y preferencias de unos y otras afecta, en último término, a la igualdad de oportunidades que resulta
truncada, al impedir que niños y niñas desarrollen al máximo sus
potencialidades. Diversos estudios de psicología, psiquiatría, neurología y
pedagogía demuestran que chicos y chicas tienen una forma de aprender,
comportarse y ver la vida diferente (Calvo, M., 2009. Gurian, M., 2001. Sax, L., 2006.
Brizendine, L., 2007. Legato, M., 2005. Pinker, S., 2009). Datos objetivos y
estudios empíricos demuestran que niños niñas pueden
llegar con mayor éxito a idénticas metas formativas y, en consecuencia, a una igualdad de oportunidades más real, si
la enseñanza se adapta a la peculiar forma de aprender de cada sexo desde
la más tierna infancia.
http://www20.gencat.cat/portal/site/ensenyament/menuitem.Oabe0881c305d9a1c65d3082b0c0e1a0/?vgnextoid=c7ba5322018ab310VgnVCMl000008d0cleOaRCRD&vgnextchannel=c7ba5322018ab31 OVgnVCM1000008dOcle0aRCRD&vgnextfmt=default&newLang=es_ES
Debemos
saber
con certeza cómo son nuestros hijos e
hijas para tratarlos con
justicia y comprensión, así como para optimizar
las potencialidades propias de su sexo y
encauzarlas en lugar de intentar exterminarlas. La difusión de nuevos resultados en la investigación debería
constituir una llamada de atención para tratar de ser más justos con las
aptitudes de nuestros niños y jóvenes, sus peculiares características y sus
tareas vitales específicas, especialmente a través de modelos
más adecuados de enseñanza. Este será sin duda un
importante paso en la lucha contra el actual fracaso escolar.
La
convivencia temprana entre niños y niñas en las escuelas, cuando se ignoran sus diferencias naturales y
se les trata como alumnos neutros sexualmente,
no mejora sus relaciones ni las hace más
fluidas. Antes al contrario estas se
llenan de tensiones, faltas de respeto y conflictos derivados precisamente de la incapacidad de comprender
al sexo opuesto cuando se le considera idéntico a nosotros. Según Nicole
Mosconi, profesora de pedagogía en la Universidad de París, los estereotipos quedan reforzados en las
escuelas mixtas. Lo que provoca un distanciamiento entre niños y niñas, así
como constantes faltas de respeto.
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